Una semana más tuvimos el placer de poder pasar unos minutos con otra de las caras conocidas del panorama futbolístico de nuestra ciudad. En esta ocasión fue el turno de Carlos Gómez, uno de los integrantes del Ceuta que consiguió llevar al equipo a Segunda División B.
Esta vez la localización cambió y nos trasladamos hasta las cercanías del Colegio San Agustín, el mismo en el que nuestro protagonista comenzó sus estudios y su carrera deportiva. Un lugar en el que Carlos realizó sus primeros pasos con el balón y de donde saldría otra figura importante del fútbol ceutí. “A raíz de los recreos y de manejar el balón, una mañana el padre Casimiro decide que acuda por la tarde a los entrenamientos del equipo que él dirigía. Estuve con los mayores toda la tarde y ahí fueron mis inicios”.
En aquellos años el equipo del San Agustín era un conjunto bastante competitivo, “la cultura de los curas en aquel momento era competir para conseguir éxitos deportivos con el colegio”, con equipos en todas las categorías y deportes. Carlos Gómez permaneció en este equipo durante sus primeros años como futbolistas, “permanecí de la mano del Padre Casimiro, el Padre Emilio y el Padre Albino. Estuve hasta categoría infantil que cambie de equipo. En el San Agustín se disputó el campeonato alevín que estuvimos a punto de conseguirlo”.
Por el ex jugador se interesó otro equipo referente de la ciudad, “decidí probar y di el salto a la Unión África Ceutí de cara a poder llegar al primer equipo de la ciudad. Ahí permanecí prácticamente hasta que llegué a Liga Nacional de Juveniles que pasé al Gimnasio Goyu-Ryu ”.
Los recuerdos en la memoria de Carlos son permanente, siempre tiene en mente a todos los compañeros y entrenadores que han formado parte de su carrera como futbolista. Su etapa en la UA Ceutí, al igual que sus inicios, fue especial, “el objetivo en aquellos tiempos era salir a por el campeonato, no conseguirlo se consideraba un fracaso. Se consiguió en infantiles y en cadete se consiguió un ascenso a Liga Nacional Juvenil. Y desde ahí hasta que pude dar el salto al primer equipo de la ciudad”.
Con 15 años llegó una gran noticia para el futbolista, el Real Madrid se interesaba por el joven. Carlos viajó hasta la capital y realizó la prueba con uno de los equipos más conocidos. “en casa fue una locura y había mucha ilusión. a través del club se pusieron en contacto primero con la entidad, y después con mi casa. La noticia fue brutal y lo recuerdo como si fuera ayer. Mi padre no quiso ni acompañarme por los nervios pero para tenerlo para el recuerdo, se adquirió en casa una cámara de vídeo para tenerlo siempre. La experiencia disponía de la coordinación de Vicente del Bosque, que estuvo bajo mi seguimiento durante toda la semana allí. Pero finalmente no hubo suerte”.
Carlos volvía a Ceuta y continuó su carrera en Liga Nacional donde sus últimos años de cadete coincidía con Salvador Durá que citaría al futbolista para jugar en Cádiz, “ahí fue el debut. El Cádiz resultó ser el campeón de Liga Nacional y recuerdo que me enfrenté a Quevedo, a Kiko Narváez y a Linares. Tener ese privilegio con 14 años de debutar en el Carranza, cuando estas acostumbrado a jugar en terrenos de juego como La Marina o el 54 y en campos de albero en la Península. Fue muy bonito”.
Cuando Carlos finaliza su etapa en Liga Nacional, la AD Ceuta había desparecido y en aquella época la afición caballa se decantó por el fútbol sala que vivía sus mejores años en la ciudad llenando todos los fines de semana las gradas del Pabellón de La Libertad.
Creación del Ceutí Atlético
Carlos Gómez quería continuar su carrera deportiva y por ello decidía cambiar el césped por la pista, “yo firmé en el filial del Mitsubishi. Tuve el placer de entrenar y disfrutar un año con jugadores internacionales espectaculares consagrados en el mundo del fútbol sala”. Los equipos regionales comenzaron a ascender a Tercera División y Carlos volvía al verde. En el año 1996, tras una gestión por parte de José Antonio Muñoz, aparece el Ceutí Atlético, “ se desató en Ceuta una futbolmanía que yo nunca había conocido”. El equipo se formó en apenas una semana y debutó en Algeciras, “perdimos 5-0”. En el vestuario del ‘José Benoliel’, Carlos coincide con jugadores consagrados del mundo del fútbol como Ricardo Serna o Gabino, “jugadores contrastados de categorías superiores que venían a Ceuta a formar parte de un proyecto con intención única de ascender a Segunda División B y de devolver a la ciudad al lugar del que nunca debería de haber salido el Ceuta”. Para Carlos fue un año especial aunque no consiguieron el objetivo marcado, “en la liguilla de ascenso tenemos la mala suerte de caer en Maracena y en Plasencia. El equipo estaba totalmente preparado para ascender pero no se consiguió ese año. Al siguiente se consiguió de la mano de Álvaro Pérez”.
Ascenso a Segunda División B
En la temporada 97-98 el equipo se forma con jugadores de categorías inferiores, “vino Pepe Parrado, que para mí ha sido uno de los mejores futbolistas que ha tenido el Ceuta”. En el año 1998 se conseguía el ascenso en Ceuta, “eso fue tremendo. Tardamos un montón en llegar hasta la Plaza de África donde había el doble de persona que puede haber un Martes Santo. Estuvimos una semana de celebración y de fiesta porque se desató un gran futbolmanía”. Pero la obsesión por el equipo caballa no solo se quedaba en la ciudad, sino que se convertían en el punto de mira de muchos medios de comunicación, “fuimos objetivo de Marca durante la temporada. Canal + venía a ver los entrenamientos y cómo se vivía el fútbol en la ciudad. Era meter en Tercera División la capacidad máxima del estadio ante equipos sin renombre. El estadio estaba lleno y había que abrir con una hora de antelación para poder ver los partidos hasta el ascenso ”. Carlos comienza la pretemporada en Segunda B pero, por motivos académicos, decide formar parte del equipo de Los Barrios, “una vez finaliza la temporada no sabía que hacer. Hago la pretemporada en San Pedro de Alcántara y una semana antes de firmar contrato decido volverme a Ceuta”.
Generaciones
Carlos Gómez colgó las botas, aunque de vez en cuando juega algún partido con sus compañeros de profesión. Ahora es su hijo el que sigue sus pasos formando parte de las filas del CD Polillas Ceuta de Liga Nacional Juvenil.
Bonita historia. Recuerdo a este chico y a otros muchos de Ceuta que despuntanban en el fútbol local. Hablando de los Agustinos, donde yo también estudié, es una pena que hayan abandonado por completo el deporte. Eran el referente en Ceuta y todo el mundo le quería ganar a "los cuervos". La competencia con la UA Ceutí era tremenda. Hoy en día en ese colegio creo que ni se acuerdan del deporte. Había decenas de equipos de todas las categorias; San Agustín, Hipona, Joyería Blanco, Galo, etc. Las empresas colaboraban con el colegio con las equipaciones y ponían su nombre. Total, una maravilla para los chicos. Había balonmano y baloncesto, además del fútbol. Hay estaban don Victor Íñiguez, recientemente fallecido (qepd) y el padre Prada. Todo se perdío. Un saludo.