Jornada festiva de San Antonio en Ceuta y por segundo año consecutivo, como consecuencia de la pandemia, ha sido imposible la realización de los actos de este santo tan unido a todos los ceutíes. Ni la romería, ni la Santa Misa en el marco incomparable de la Ermita, ni la posterior procesión por los alrededores, ni la paella que todos los asistentes desgustan.
La pandemia ha vuelto a hacer de las suyas y salvo la entrega de los panecillos a quienes han podido recogerlos, o la realización del triduo, en la jornada de este domingo se puso punto y final a los actos litúrgicos con la Santa Misa que tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral, hasta donde la imagen de San Antonio fue trasladada para que los devotos pudieran acudir a verle.
La misa estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza Boy y entre los asistentes se encontraba el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas. Numerosos feligreses, entre los que estaban, como no podía ser de otra manera, los miembros de la junta directiva de esta Cofradía acudieron al templo. Un fervor muy importante porque el santo nacido en Padua tiene una relación muy especial con los caballas desde tiempo inmemorial y además, por esta razón, el trece de junio se considera desde hace muchos años festividad en nuestra ciudad.
Como es lógico, una de las peticiones al Santo es que para el año que viene se pueda retomar la tradición tal y como la conocemos los ceutíes desde tiempos ancestrales y que han ido pasando de generación en generación.
Un 13 de junio que, a pesar de todos los acontecimientos, sigue teniendo ese especial sabor para los caballas aunque, desde luego, con la pena consiguiente porque una de nuestras tradiciones más especiales se pudo celebrar, pero no de igual manera a la que conocemos.