La marcha de cientos de niños marroquíes y las denuncias de sus padres intentando recuperarlos ha activado una impresionante cadena solidaria entre muchos ciudadanos de Ceuta que, a través de redes sociales, han formado un férreo hilo para compartir imágenes de niños, sus datos personales y quién los busca. Son cientos y la angustia al otro lado de la frontera de sus padres, sumado al hecho de que sean niños, ha movido a la implicación de muchas personas para conseguir que, cuanto antes, esas reagrupaciones familiares se logren.
El teléfono dispensado por la Ciudad no funciona con la celeridad que debería dada la cantidad de llamadas, por eso se baraja apoyarse en Cruz Roja y el 112 para avanzar más. Pero al margen de ellos, las redes sociales esta vez están sirviendo para algo bueno como es el transmitir las necesidades de búsqueda de estos niños reclamados por sus padres.
Entre ellos destaca la incansable labor de Abdeselam Mohamed, de la oenegé Alas Protectoras, una pequeña asociación sin ánimo de lucro que lleva mucho tiempo sirviendo de canal para muchas personas desfavorecidas, ayudando a quien lo necesita y, ahora, buscando a los niños reclamados por sus padres.
La pérdida de niños ha activado una cadena solidaridad para localizarlos
Abdeselam no descansa. Comparte fotos de pequeños con sus nombres y su lugar de residencia para dar con ellos y para calmar a unos padres que no es que solo los reclamen sino que no saben dónde están sus pequeños, algunos de corta edad. Esa cadena de implicación y de solidaridad dice mucho de los ceutíes, de todos aquellos que pierden, o mejor dicho, invierten su tiempo en calmar los lamentos de padres y madres que vieron cómo sus pequeños eran engañados. Muchos están en las calles, por eso es importante dar con ellos.
La solidaridad de los ceutíes, criminalizada por algunos sectores, se recoge no solo en la localización de menores sino en el reparto de comida, mantas, agua a todos aquellos que deambulan por los barrios sin tener nada, sin encontrar una atención social dado que los servicios de las administraciones no funcionan como debieran y el famoso protocolo de intervención ante posibles entradas masivas de inmigrantes se ha visto que ni existe ni, tampoco, funciona.
Hoy muchos padres saben que sus niños, al menos, están bien. Les queda poco para reunirse. Y eso es gracias a personas que han convertido ese lamento en una causa solidaria por la que pelear.
Marruecos siempre gana. Al final se quedan aquí los peores. Los que no quieren volver o dedicarse a provocar incidentes en la ciudad. Eso de que "vienen los mejores" es un espejismo del socialcomunismo de Sánchez, el coleta cortada, echenique (el condenado en firme que no dimite) y el Milhouse Errejón (becas black).