El 20 de marzo de 2019, un espectacular accidente en la barriada de Juan Carlos I de Ceuta sembró el pánico entre los vecinos que, a esa hora, las 16:30 horas, se disponían a salir de sus hogares para el trabajo u otros menesteres. Esa rutina quedó abortada cuando el conductor de un vehículo, llamado B.A.B.S. terminó empotrándose contra otros que estaban estacionados en la zona. Hoy ha sido el juicio, y el acusado ha aceptado las penas de 9 meses de prisión y tres años sin poder conducir, por dos delitos contra la seguridad vial. Además deberá entrar entre rejas por tener antecedentes, paso que dará este mismo martes como ha verificado ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1.
No solo era reincidente sino que además, cuando se le hicieron las pruebas se verificó que había consumido anfetaminas, cocaína, cannabis y MDMA, entre otras sustancias, lo que le imposibilitaban su adecuada conducción. Así, a bordo de un turismo propiedad de un tercero, terminó chocando contra varios vehículos estacionados en la barriada, tras perder el control pudiendo haber generado mayores daños.
Pero es que antes, el acusado había escapado de la Policía Local a pesar de las señales acústicas y sonoras emitidas por los agentes para que detuviera su marcha. No solo desatendió el principio de autoridad, sino que además emprendió la escapada a gran velocidad poniendo en riesgo a todos con los que se encontraba. En un momento de esa carrera llegó a levantarse el capó del coche, por lo que el conductor seguía conduciendo pero no veía nada, asomando la cabeza por la ventanilla y dando bandazos hasta subirse por los bordillos de las aceras, terminando la historia como ya se ha contado, con varios vehículos dañados.
Los hechos han constituido un delito contra la seguridad vial del artículo 379.2 en concurso real con un delito contra la seguridad vial del artículo 380 del Código Penal. Por el primer delito se dictado una pena de 3 meses de prisión y un año sin poder conducir, mientras que por el segundo la pena es de 6 meses de cárcel y dos años y un día privado de esa conducción. Todo ha sido aceptado y reconocido por el acusado, que entra ya en la prisión de Mendizábal.
Haber puesto en peligro la vida de los viandantes no es delito? Ah,claro! que había consumido sustancias tóxicas y eso es un atenuante, verdad? Yo creo que los gorilas son capaces de hacer un código penal de mucha mayor calidad que el que rige este país.