La crisis ha dejado tras de sí a un ingente número de familias que viven en una situación más que precaria y que se han visto obligadas a recurrir a ayudas para poder subsistir. En nuestra ciudad, este hecho es más que palpable, y eso es algo de lo que dejan constancia los Servicios Sociales que, en los últimos tiempos, se han visto obligados a incrementar el número de ayudas para los colectivos que, en muchos casos, ya han traspasado umbrales de pobreza extrema.
Una de las ayudas que más se reclaman desde el inicio de la crisis meses es la relativa a las bolsas de comida, de las que ya se han entregado 2.900 hasta octubre. Aunque la Consejería de Asuntos Sociales ha constatado un incremento en las entregas, no ha ocurrido lo mismo en el caso de los beneficiarios. “Eso quiere decir que son los mismos ciudadanos que reclamaban otro tipo de ayudas,pero que ahora además se han visto obligados a solicitar alimentos”, explica la consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez.
Convenio
A tenor del incremento de esta demanda, la consejería suscribió un convenio de colaboración con Cruz Blanca, por un importe de 165.000 euros anuales, a los que se suman los 77.000 destinados a Cáritas Diocesana, en concepto de entrega de alimentos. “Hemos visto necesario suscribir este convenio al ver que los usuarios solicitaban más ayudas, en este caso se trata de artículos de primera necesidad con una duración de 15 días”.
Además, con el convenio se posibilita reorganizar la entrega de los alimentos, “nuestra intención es facilitar la entrega de las bolsas de comida porque llegó un momento en que los usuarios se tenían que poner en cola y ahora hemos conseguido hacerlo todo de forma más rigurosa”.
A tenor de un informe social elaborado por los técnicos de la Consejería de Asuntos Sociales, se determinan las verdaderas necesidades de la familia y si cumple con los requisitos para recibir este tipo de ayuda.