UDCE ha pedido una mayor “sensibilidad” hacia la empresa Hoarce y ha criticado el tono utilizado por la SIEP para dirigirse a estos trabajadores mencionando el posible uso de las fuerzas de seguridad del Estado para ocupar los terrenos. “No se puede perjudicar a esta empresa, lo que se ha hecho con Hoarce es un atropello en toda regla. Hace falta una mayor sensibilidad a la hora de dirigirse a ellos y, por supuesto, previamente tendrían que indemnizarle por los terrenos. Cualquier otra acción que no pase por ello es un auténtico despropósito”, indicó Alí en declaraciones a este medio.
Para la UDCE se está perjudicando no a una empresa, sino a las 52 familias que hay detrás por lo que urge a que se trate directamente y con otras maneras no avasalladoras a esta empresa “que se merece todos los respetos”, apostilló. Unos respetos que no se están dando desde el momento en que se advierte la posibilidad de echar mano de las fuerzas de seguridad para presionar a la empresa que, sigue manteniendo, no ha percibido un euro por los terrenos que la sociedad estatal quiere ocupar.
Más allá de la situación concreta que vive Hoarce, la UDCE aludió ayer a la construcción de la cárcel en Fuerte Mendizábal, pidiendo una mayor seguridad y advirtiendo a la Delegación de que dicha obra debiera ser “un yacimiento de creación de empleo, que, por ahora, no lo es”.
Alí solicitó que se “extremen las medidas de seguridad” y recordó las quejas que ya se han producido entre algunos trabajadores por los tipos de jornadas laborales a los que deben someterse.
La UDCE reclama de la administración central un mayor sentido aperturista en la planificación de esta obra. La prisión quiere estar finalizada en 2012 aunque todavía no ha comenzado la ejecución del movimiento de tierras y continúan realizándose voladuras en la zona. Así también sigue su curso la investigación judicial iniciada tras el fallecimiento de un trabajador al producirse una explosión.