El propietario del pub Divine, Luis Llorente, ha negado rotundamente las acusaciones de agresión, por parte de los porteros, a una joven que, presuntamente, fue golpeada por estos trabajadores. “Nadie la agredió, fue ella la que intentó golpear a uno de los porteros con un tacón, y al quitarse el zapato perdió el equilibrio y se cayó, golpeándose la cabeza”. Llorente explica que todo comenzó cuando se le exigió, tanto a la joven como a su pareja, el pago de entrada en la puerta, que es el equivalente a la consumición y que ellos se negaron. “No es la primera vez que la lían, son muy problemáticos, y en el pub podemos pedir entrada porque hay gente que viene y no consume”. El responsable del Divine insiste en la inocencia de los porteros, que fueron increpados y recibieron amenazas dirigidas a algunos de sus familiares, y argumenta sus palabras asegurando que “hemos despedido a porteros por haber agredido a alguien y la empresa no los ha representado ni les ha pagado un abogado”.