Un amanecer inesperado en el Hospital Universitario de Ceuta. Los trabajadores de estas dependencias sanitarias no podían imaginar que se encontrarían ayer con, quizá, el trabajo más duro de su carrera, al menos desde que abrieron estas instalaciones. El personal de Urgencias recibió la noticia sobre las 9:40 horas, y de inmediato se activó el protocolo correspondiente ya que la llegada de heridos era cuestión de minutos. Algunos trabajadores esperaban en la puerta para ir recibiendo a las ambulancias e ir introduciendo a los heridos, el resto se encontraba en el interior preparando el equipo para atender a los que iban llegando. En estos momentos las noticias arrojaban cifras de 5 muertos y 38 heridos.
A las 10:35 llegaba el primer herido, quizá el que se encontraba en peor situación, ya que estaba en estado de shock y con manchas de sangre en la camisa.
A medida que iba transcurriendo la mañana se iban confirmando las cifras de fallecidos y heridos, hasta llegar a duplicar el número de muertos que se conocía al principio. Finalmente resultaron ser nueve los fallecidos.
Minutos después ya llegaban las demás ambulancias, hasta cinco. Cada una traía a dos: uno en camilla y otro en silla de ruedas, excepto una que traía a varios más, todos en sillas de rueda.
Los accidentados que llegaban a Urgencias estaban aparentemente bien, algunos llevaban collarín y estaban manchados de sangre, pero todos conscientes, excepto uno, el que parecía estar en estado de shock.
Hasta estas dependencias sanitarias llegó un representante del Gobierno local, concretamente director de Servicios Turísticos, Aquiles Ruiz, quien se interesó por el estado de los heridos e informó a otros miembros del Ejecutivo de lo que ocurría en el Universitario.
Aunque los familiares de los heridos no se encontraban en la ciudad autónoma, no paraban de llegar personas relacionadas, de algún modo, con las víctimas, incluso una mujer del Consulado, quien se encargó de anotar los nombres de todos los que estaban siendo atendidos en Urgencias.
Respuesta del Hospital
Tanto el personal de la naviera Classic Internacional Cruises, que trabaja con el crucero Funchal en el que los turistas habían llegado a Ceuta, como algunas personas que viajaban en otro de los dos autocares que iban en la excursión destacaban la “rapidez” con la que estaba actuando el personal de Urgencias y el de las ambulancias.
Algunos de los que estaban trabajando en las ambulancias habían salido esa misma mañana de guardia, pero la envergadura del siniestro les obligó a unirse al siguiente turno. Todo el personal se había volcado para ayudar a los heridos, máxime cuando algunos habían perdido a seres queridos y aún no habían asimilado la tragedia.
Y las trágicas noticias seguían llegando al Hospital Universitario de Ceuta. Una turista que iba en el autocar que circulaba detrás del accidentado contaba a ‘El Faro’ que había acompañado a un hombre discapacitado psíquico cuya madre había fallecido en el accidente.
Ha sido la segunda gran emergencia a la que se ha enfrentado el Hospital Universitario de Ceuta desde su apertura -la primera fue la explosión en las voladuras de la nueva prisión-. La coordinación fue correcta y el personal de estas dependencias sanitarias actuaron con gran profesionalidad.
La actividad fue intensa a lo largo del día, aunque los heridos iban abandonando estas dependencias sanitarias cuando iban siendo dados de alta por los médicos del Universitario.