Con asombro recibió ayer la Guardia Civil la noticia difundida a primera hora de la tarde por la agencia oficial de noticias MAP con la que se acusaba a la Benemérita de ser “racista” y de dar “un trato inhumano” a los subsaharianos, al dejar “abandonados” y en “estado crítico” a ocho inmigrantes en balsa que salían de Beliones. En un revés político inesperado la MAP considera la acción de la Benemérita de “aberrante e inhumana” y cita que las autoridades de Castillejos fueron las que “salvaron y evacuaron” a los subsaharianos trasladándolos al hospital provincial. La auténtica realidad de esta historia es que a primera hora de ayer el Servicio Marítimo rechazó la entrada en balsa de inmigrantes como viene siendo habitual al ser detectada su salida de aguas marroquíes. No hubo negligencia pero para Marruecos se ha dado “un trato inhumano, en total contradicción con el respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos, así como los acuerdos bilaterales firmados entre ambos países en materia de gestión de los flujos migratorios y que refleja en realidad la propensión racista que marca las intervenciones de la Guardia Civil”. La MAP cita incluso al Rey al condenar, en su nombre, “estos comportamientos inhumanos e irresponsables”. El Departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos tiene constancia del comunicado del Gobierno marroquí y ayer anunció que se recabaría información