Un imán marroquí que oficiaba en una de las principales mezquitas de Rabat ha sido cesado de sus funciones por haber criticado la celebración del Año Nuevo el 1 de enero al considerarla una fiesta "no musulmana", pese a que ese día es feriado en Marruecos.
El imán Mohamed Al Amrani, responsable de la Mezquita de los Mártires (Al Shuhada) confirmó al portal lesiteinfo.com que pronunció un discurso el 28 de diciembre pasado en el que criticó aquella fiesta, tras lo cual recibió una llamada del ministerio de Asuntos Religiosos para reprenderle; una semana después, se le comunicaba su cese tras 40 años de ejercicio.
"Pese a mi cese, insisto en que los musulmanes no deben celebrar sino la Fiesta del Sacrificio y el Aid al Fitr (del final de ramadán)", sostiene el imán, que en su sermón calificó de "pecado" el hecho de celebrar el Año Nuevo.
En Marruecos, no solamente es festivo el 1 de enero, sino que en la noche previa los hoteles y restaurantes suelen celebrar cenas de gala para despedir el año.
Este año, hubo una campaña muy activa en las redes sociales con críticas contra la "fiesta cristiana" del 1 de enero, recordando que el Año Nuevo musulmán se celebra en otra fecha.
Al Amrani considera que el ministerio "ha sido a menudo injusto conmigo", y recuerda que ya en 2015 tuvo un conflicto y le impidieron pronunciar un sermón ante el rey Mohamed VI.
El ministerio de Asuntos Religiosos ejerce un férreo control sobre el discurso religioso: suele enviar directivas claras con los contenidos que deben incluir los sermones de los viernes, y es relativamente frecuente que sancione a los imanes que se salen del guión, sobre todo si hacen declaraciones políticas