Una llamada al Centro de Control de la Policía Portuaria sobre las 22.05 alertó de que un coche había caído desde el muelle con dos menores en su interior.
El Centro de Control de la Policía Portuaria recibió la llamada de un compañero de servicio sobre las 22.05 en la que alertaba de que, según el aviso telefónico de varios ciudadanos presentes en el Muelle de España, un vehículo se había caído al agua. Los protocolos de emergencia se activaron automáticamente y, desde la Torre de Control, se comunicó el accidente al Servicio del 112, Bomberos, Guardia Civil, Policía Nacional, Local y al 061.
La patrulla de la Policía Portuaria que vigilaba en aquel momento las instalaciones portuarias acudió hasta la ubicación proporcionada donde encontró el Seat Córdoba hundiéndose, sobre las 22.07 horas. La actuación de los agentes consistió en que uno se zambulló en el agua mientras que su compañero lanzaba los salvavidas del zeta además de los instalados en el muelle. La madre, quien consiguió escapar del coche, fue interceptada por el agente que se tiró al mar, mientras que dos jóvenes que ya se encontraban en el agua intentaban alcanzar el vehículo para extraer a los niños, al igual que el propio policía portuario. Los gritos de auxilio por sus hijos incluso se escucharon en la torre de Capitanía Marítima, según pudo saber este periódico.
Las ventanas estaban abiertas, reconoce el jefe de servicio de la Policía Portuaria, de modo que se hundió bastante rápido. Por este motivo, sujetaron a la madre, la cual era víctima de un ataque de nervios y sólo quería volver a sumergirse en el agua para rescatar a sus pequeños. El policía portuario tuvo que agarrar a la mujer para impedir que hundiera a ambos y le entregó un salvavidas para proporcionarle estabilidad. Este agente declaró ayer en los juzgados.
Agente y madre permanecieron en el agua hasta que una zodiac de la Guardia Civil, sin el equipo de submarinismo para la inmersión, apareció en la cara de poniente del Muelle de España para trasladar a la madre. A partir de ese momento, señaló el jefe de servicio de la Policía Portuaria, su compañero intentó sumergirse en varias ocasiones para localizar el coche.
El Cuerpo de Bomberos fue el siguiente servicio en personarse en la zona, confirmó la Policía Portuaria, quienes tampoco portaban en su unidad la dotación pertinente para efectuar la inmersión, a la espera de que llegara el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, GEAS.
Dos bomberos también se lanzaron al mar para los primeros intentos por rescatar a los niños, según corroboró la Policía Portuaria. Sin embargo, la falta de visibilidad impidió encontrar el vehículo. “Un chaval fue quien nos indicó donde se encontraba el coche exactamente porque, al caer en el agua, se desplazó y se metió debajo del casco del Rhone”, explicó el policía portuario, orientación que sirvió a la llegada de los GEAS, añadió el jefe de servicio.