El periodista Nicolás Castellano ha publicado el libro ‘Me llamo Adou’ que recoge la historia del llamado niño de la maleta, encontrado por la Guardia Civil cuando intentaba ser pasado por el escáner de la frontera del Tarajal. La historia de Adou dio la vuelta al mundo a pesar de no ser el único caso similar, pero la fotografía de su cuerpo encerrado en una maleta fue tan impactante que movilizó a medios de comunicación de distintos países. Hoy además de protagonizar un libro hará lo propio en una película que será emitida por Telecinco.
“Durante 2015 entraron en Europa más de un millón de refugiados y migrantes, la mayoría cruzando el Mediterráneo. La aparición inédita de la figura de un niño en el interior de una maleta en el escáner de uno de los puestos de control del Tarajal captó la atención de la Policía y la imagen conmovió a medio mundo. Ese niño era Adou. Esta es su historia”, se avanza en el libro de Castellano.
El niño de la maleta es Adou Neri Ouatara, nacido el 27 de septiembre de 2007 en Adbijan, la capital de Costa de Marfil, quien consiguió pasar a Ceuta escondido en una maleta que portaba Fatima, una joven de Castillejos presa preventiva de la que nadie se acuerda, quien confesó haber sido engañada para pasar al niño de esta manera. Los focos mediáticos nunca se fijaron en ella, muy al contrario lo hicieron en su padre, Alí, quien está en libertad provisional a la espera de juicio.
Ahora el pequeño reside con su madre y una hermana en París, mientras su padre vive en el País Vasco ya que no puede abandonar España hasta que se celebre juicio en Ceuta, pesando sobre él una petición de 3 años de prisión por un delito contra los derechos de los extranjeros, al haber favorecido la entrada de su hijo en España de manera irregular abonando un dinero por ello.
En la presentación del libro que ha tenido lugar esta tarde, el periodista Nicolás Castellano expone el drama que hay tras esta historia ya que el padre de Adou intentó en varias ocasiones traer a su hijo por vía legal sin éxito. “Pensaba que después traería a mi familia y tendría un trabajo y viviría tranquilo. Casi lo consigo”, comentó el padre, reseñando que el Gobierno le negó el permiso porque cobraba 56 euros menos al mes de lo que fijaban los requisitos, aunque como después recordaría la Defensora del Pueblo, la legislación dice que en caso de menores de edad, esta cantidad puede minorarse. El progenitor terminó pagando 5.000 euros por traer al pequeño a España, aunque reconoció que nunca supo que finalmente lo haría de esta forma, dentro de una maleta.
“Si despojáramos de la nacionalidad o del apellido a estos padres que querían reunirse con su hijo seguramente entenderíamos perfectamente los motivos que les llevaron a confiar en una organización a la que pagaron 5.000 euros no porque ellos quisieran traer al hijo más rápido, sino porque la legislación española no le permitía reagrupar a su hijos, a pesar de que cumplían todas las condiciones”, destacó el periodista en la presentación. Castellano ha explicado que “el mismo gobierno” que denegó la reagrupación familiar de Adou, concedió “en 14 días, un tiempo récord”, el permiso de residencia al niño.