Me pongo en marcha a las 6:30 de la mañana, a esta etapa le tengo mucho respeto, no solo ya por los 61 Km. si no sobre todo, por la subida. Desayuno en el mismo albergue y empiezo la preparación de la bici. Mis compañeros de habitación ya se han marchado y los peregrinos a pie van saliendo. Antes nos hemos despedido deseándonos un buen camino y el deseo de volver a reunirnos.
Empiezo mi marcha con algunas subidas y tras cruzar el rio Boeza entro en Ponferrada y paso por delante del impresionante Castillo Templario. En la Edad Media fue una de las mayores fortalezas del noroeste de España.
Después de dejar Ponferrada se atraviesan varias localidades, y en Camponaraya paro en una frutería y compro algunas frutas que me pide el cuerpo. Tras un breve descanso y por un entorno campestre llego a Cacabelos, (pueblo situado a la orilla del Cúa y rodeado de viñedos) que atravieso por sus calles. Me he quedado con las ganas de visitarlo con más tiempo. Continúo pedaleando hasta Villafranca del Bierzo, ya llevo la mitad del camino (unos treinta kilómetros) por lo tanto es hora de hacer una parada más larga. Veo una terraza bastante animada con muchos peregrinos, y allí me encuentro con los japoneses y los compañeros de la Cruz de Ferro con los que entablo conversación. Les comento mis temores, y respecto a la subida a O Cebreiro, ellos me dicen que están haciendo el camino muy selectivamente, lo que me da a entender que tienen coche de apoyo, y que dicha subida la perdonan. Me despido de todos e incluso de los japoneses que se están untando de protección. Hoy es un día de mucho calor y el sol hace su estrago. Antes de dejar Villafranca no puedo perdonar hacer unas fotos en el puente sobre el río Burbia.
Nada más salir de Villafranca, que es la entrada hacia la Sierra de los Ancares, se va notando en las rampas que empiezo a subir, aunque todavía son asumibles. Al pasar por Trabadelo veo una panadería y varios peregrinos en una terraza, es la hora del "bocata", me pido un refresco y un bocadillo de tortilla. Estaba riquísimo, aprovecho el descanso y me vuelvo a dar protección solar, porque el sol molesta mucho. Continuo mi pedalear tranquilo hasta Las Herrerías, allí me encuentro con varios peregrinos con caballos que se están preparando para la subida. Estoy a 7 Km. de O Cebreiro, pero tengo que subir hasta los 1.314 m de altitud, es decir un desnivel de 642 m.