En el curso de la agradable jornada vivida con mi amigo Ángel Valadés Gómez, su esposa y la mía, cuando el pasado 23 de abril visitamos Medellín y su Don Benito natal, él me refirió como muy probable posibilidad el hecho de que Hernán Cortés hubiera nacido en Don Benito, en lugar de en Medellín; sin que ello suponga chauvinismo alguno por su parte, toda vez que lo primero que me manifestó fue su profundo respeto y cariño por Medellín y sus gentes, que, junto con Don Benito, forman dos ramas segregadas de un mismo tronco común, que en el pasado se vieron forzadas a separarse más bien por el temor a las inundaciones del río Guadiana a su paso por Medellín.
Simplemente me comentó la conveniencia de investigar sobre sus fundados y racionales indicios que apuntan en tal sentido y que también yo creo que es necesario averiguar. Y eso es lo que intento en este brevísimo análisis de los datos que él mismo me ha facilitado y otros obtenidos por mí, con los que creo haberme aproximado a los orígenes tanto remotos como cercanos del apellido Cortés, aunque me haya visto obligado a sintetizarlos debido a lo difícil que siempre resulta hacer un tratamiento más exhaustivo de estos temas en el reducido espacio de un artículo de prensa. Hay historiadores que sitúan a los primeros titulares del apellido Cortés en el siglo XIII, con ascendencia aragonesa e incluso italiana. Pero, según el Diccionario Madoz, en Extremadura dicho apellido apareció por primera vez en documentos cuando el Conde de Urgel, primer concesionario de Alcántara, brió la puerta de la repoblación a catalanes y aragoneses, cuya presencia se tuvo en algunas dehesas extremeñas de Guareña. Así, en la escritura pública de compra de la mitad de la dehesa Isla de Juan Antón, otorgada en Mérida el 2-04-1389 por el Maestre de la Orden de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, en tal documento figuran Alonso García Cortés y otros como testigos de la transacción, siendo éste vecino de Mérida, según refiere el historiador Bernabé Moreno de Vargas en la página 395 de su libro sobre la historia emeritense. Luego, Daniel Cortés González, actual descendiente de la rama de los Cortés de Don Benito, Presidente de la Asociación “Torres Isunza”, que dice haber logrado reconstruir su árbol genealógico, refiere que durante los reinados de Juan I (1358-1390) y Enrique III (1379-1406), ya encontramos a Lope Cortés de Parres, que por aquella época defendió a ultranza la ciudad de Gijón. Uno de los descendientes de éste, Nuño Cortés, nacido en tierras de León, ganó la nobleza de Conde de Molina luchando contra los árabes. Algunos de sus descendientes, Alonso Martín Cortés y otros, se asentaron en Trujillo. De esta rama procedía el primer Martín Cortés, llamado el Viejo (hijo de Nuño Cortés), nacido en 1401, que luego falleció en Don Benito. De otra parte, el 3-07-1431 el rey Juan II, hallándose en la Vega de Granada, armó caballero a dicho Martín Cortés el Viejo (supuesto abuelo de Hernán Cortés), por sus destacados servicios prestados en la batalla de Higueruela, que tuvo lugar el 1- 07-1431. Este caballero, tuvo tres hijos, el mayor, llamado Hernando Cortés Monroy, Juan, Alonso y Martín (éste, padre del conquistador). Martín Cortés, el Viejo, de Don Benito, había sido armado caballero ante el escribano Fernand Martínez de Miró y cuatro testigos. Los hijos de Nuño Cortés, incluidos Martín Cortés el Viejo y sus hermanos, participaron en la reconquista de Granada, que así consta en el Registro General del Sello conservado en el Archivo de Simancas. También el 29-05-1504 el rey Fernando el Católico, estando en el Monasterio de Mejorada, confirmó otro privilegio a Fernand Cortés, vecino de Don Benito. El 29-05-1563, Felipe II volvió a confirmar en Madrid el mismo privilegio anterior a Juan Cortés, vecino de Villar de Rena y a Alonso y Martín Cortés (hermanos), vecinos de Don Benito, así como a Martín Cortés y Diego Cortés (también hermanos), vecinos de Mérida y Medellín; lo mismo que a Juan, Hernando, Martín y Salvador Cortés (todos hermanos y vecinos de Don Benito, bisnietos por línea directa de Martín Cortés, padre del famoso conquistador). El 24-03-1620 el rey Felipe III firmó en Madrid un nuevo privilegio a Juan Cortés de Bote; a Hernando, Juan, Pedro, Bartolomé y Sebastián Cortés (todos hermanos) y sus primos Hernando y Alonso Cortés, vecinos todos de Don Benito. Y el 14-10-1626 Felipe IV firmó en Madrid la confirmación del privilegio a los anteriores, aunque ya figuraba Juan Cortés de Bote como vecino de Medellín. Vemos aquí, cómo la inmensa mayoría de los Cortés eran vecinos de Don Benito, excepto la rama de Medellín, mayormente formada por el matrimonio de Martín Cortés con Catalina Pizarro Altamirano (padres de Hernán cortés), vecina de Medellín. Por eso Hernán Cortés era primo segundo de Francisco Pizarro, el otro gran extremeño conquistador de Perú. Es decir, que Martín Cortés el Viejo y su hijo Martín Cortés, padre de Hernán Cortés, fueron de los primeros del apellido que bajaron desde tierras de León al Sur, habiendo vivido y fallecido en Don Benito. También el historiador Hung Thomas, en la página 742 de su libro, refiere que Martín Cortés fue vecino de Don Benito, aunque el mismo aparece luego en 1519 como vecino de Medellín, según el contrato por el que se obligaba con Luis Fernández de Alfaro (propietario del barco en el que en 1506 Hernán Cortés salió por segunda vez para América) al envío a Nueva España, a su hijo Hernán Cortés, de un barco de mercaderías por importe de 200.000 maravedís. Vemos así al padre de Hernán Cortes (Martín Cortés), primero viviendo en Don Benito y luego al casarse, en Medellín. A falta de documentos fehacientes que acrediten el lugar de nacimiento de Hernán Cortés, el mismo pudo haber nacido lo mismo en Medellín que en Don Benito. También en un trabajo de Luis Mª Cavello (sic) de los Cobos y Mancha, refiere que en el recibo del pasaje de Hernán Cortés, también citado por Ángel Valadés, expedido en 1506 para el pago de su segundo viaje, incluso se describe al conquistador como “vecino de Don Benito, tierra de Medellín”. Y todos los Cortés de Don Benito utilizaron las varillas en su escudo de armas, igual al que también utilizó Hernán Cortés. Y también aparece Fernand Cortés (antepasado de Hernán Cortés), en otro privilegio de exenciones y libertades que le concedió el Rey Fernando el 29-05-1504, que también era de Don Benito. Según entresaco de documentos facilitados por Ángel Valadés, en el libro “Don Benito” (Análisis de la situación socio-económica y cultural de un territorio singular), de los doctores Julián Mora Aliseda y José Suárez de Venegas Sanz, tomo I, página 366 y siguientes, se dice, entre otras cosas: “Al comienzo de estas páginas nos referimos a Hernando Cortés y a Gonzalo Lozano a quienes descubrimos suscribiendo en Sevilla sendos documentos privados tendentes a hacer efectiva su salida hacia los territorios de Ultramar como “pioneros” en el paso a América de individuos procedentes de Don Benito”. Y en un blog del periodista Vicente Gómez Fornés, diario HOY, 12 junio de 2012, se lee: “La conjura de Cortés”, de la escritora Matilde Asensi, en el que Hernán Cortés no sale bien parado, siendo agriamente contestada por comentarios de lectores; uno de ellos, “Saturno”, afirma: “Esta escritora ha investigado erróneamente desde el principio que Hernán Cortés nació en Medellín, cuando en el Archivo de Indias, en Sevilla, consta que era "vecino de Don Benito, de la Tierra de Medellín". El profesor Julián Mora Aliseda pronunció el Pregón de la Barriada de San Sebastián y en él manifestó: “…No es extraño que el conquistador de México, H. Cortés, cuando embarca para América se identifique como “vecino de Don Benito, de la tierra de Medellín” (Archivos de Sevilla, Protocolos. Oficio IV, Libro 3º, fol.102). Lo que nos lleva a confirmar que Hernán Cortés residió en este barrio…”. Pues bien, del análisis de todo lo anterior, se concluye: 1º. Que el apellido Cortés procede de Aragón y Asturias. 2º. Que la rama de los Cortés de Don Benito fueron: Hernando Cortés de Monroy, primogénito de Martín Cortés el Viejo, que residió en Don Benito y tuvo tres hijos: Diego Cortés, que a su vez tuvo cuatro hijos: Fernando, Diego, María e Isabel Cortés Dorada. Esta rama se fue sucediendo y acrecentando en Don Benito, hasta llegar en la actualidad al autor del árbol genealógico citado, Daniel Cortés González. 3º. La rama Cortés de Medellín, procede igualmente de los anteriores, aumentada luego por el matrimonio de Martín Cortés, padre de Hernán Cortés, con Catalina Pizarro Altamirano, vecina de Medellín. 4º. Tratando de ser objetivo e imparcial, para enmarcar la Historia en lo que la misma debe ser, que no es otra cosa que el relato de hechos “realmente acontecidos”, y prescindiendo de meras probabilidades, necesariamente hay que señalar que, si bien la gran mayoría de los Cortés fueron vecinos de Don Benito, incluido Hernán Cortés, y hay indicios muy sólidos para creer que, efectivamente, éste pudo haber nacido en Don Benito, desde el punto de vista jurídico y de la probanza de los hechos, hasta ahora, no aparece ningún documento que así lo acredite fehacientemente, de forma indubitada e inequívoca como para desvirtuar los datos anteriores que, “a sensu contrario”, nos han venido diciendo desde siempre que el conquistador nació en Medellín, pese a que tampoco en esta localidad se conozca partida de nacimiento ni de bautismo que así lo acredite. 5º. Como reflexión final de esta aproximación a lo que necesita ser una investigación científica más exhaustiva, hay que concluir que nos hallamos aquí en presencia de un enigma histórico, atrayente y sugestivo, de cara a la investigación, que debe ser desentrañado por expertos en el tema (yo no lo soy), pero nunca a base de meras hipótesis, pese a que éstas puedan ser fundadas, lógicas y razonables, como desde luego son los datos manejados por mi amigo Ángel Valadés en su entusiástico afán por descubrir lo que más podría favorecer a su querido Don Benito, de resultar ser cierto lo que su corazón le presagia.