La diputada no adscrita, Fatima Hamed, ha denunciado la falta de voluntad política para que la accesibilidad sea una realidad en nuestra ciudad.
Razón no le falta. Hoy por hoy no hay conciencia del necesario cumplimiento de la normativa para garantizar el acceso a las personas de movilidad reducida. Tenemos barriadas totalmente inaccesibles y otras en las que las infraestructuras construidas no han tenido en cuenta ya no a las personas con alguna discapacidad sino a cualquier ciudadano que en un momento concreto de su vida tenga una movilidad reducida. De igual manera sucede con los carritos de bebé, inaccesibles en determinados puntos de la ciudad, lo que obliga a los padres a hacer malabarismos.
Es imposible pedir a un Gobierno que tenga sensibilidad con un asunto que no afecta a las mayorías votantes. El poder solo se mueve por la enfermedad del voto así que lo que parece no interesar a la amplia mayoría se queda en boca crítica de unos pocos. Pasa con la accesibilidad, pero de igual manera sucede con, por ejemplo, los discapacitados psíquicos. ¿Cuánto tiempo más va a tardar la Ciudad en disponer de un lugar que pueda servir a las personas con estas necesidades y a sus familias? Llevamos años con las mismas promesas y mirando hacia otro lado, mientras que los afectados se las apañan como pueden. Hasta que a alguien no le toca de cerca sufrir esta situación no se da cuenta del desamparo total que existe.
Críticas como la que ahora presenta Hamed están destinadas a tener un único final: la papelera. ¿Ustedes creen que lo que denuncia la diputada no lo sabe el Gobierno?, ¿piensan que no se da cuenta de las barriadas completamente inaccesibles o de las obras en las que se hace una burla a la ley contando con la permisividad del que manda? Claro que se conoce, se sabe y se permite, porque quienes van a mostrar su crítica son unos pocos y los dolores de cabeza que causen no van a traducirse en un impacto para la representación de quienes solo luchan por la cuota de poder.
Hace años que mi compañera Ana Dueñas hizo un reportaje para El Dominical de El Faro. Sencillo pero realista. En una silla de ruedas recorrió diversos puntos de la ciudad comprobando su accesibilidad. Terminó desmoralizada. Intenten hacer la prueba, creo que así entenderán la denuncia de Hamed y el poco interés que se tiene en que esto cambie.