El motivo de mi escrito no es otro que el hacer justicia. Es conocido ya que la comisión que valora la entrega de medallas en este Cuerpo de Policía Local, integrada por personal muy cualificado, ha decidido no estimar la propuesta realizada hacia el agente P-95 por parte del subinspector del Grupo III de seguridad ciudadana.
Pues al final tendrás tu medalla, medalla que te la otorgan muchos compañeros, policías que patean las calles de Ceuta a diario. Hablo en mi nombre y en el de muchos compañeros, yo sí voy a justificar esta medalla que el viernes te entregamos, y lo voy a hacer con datos objetivos. Para empezar he de ensalzar tus valores, honradez, valor, humanidad, rectitud, hombría, compañerismo y honor, valor este último ya muy en desuso, y sobre todo destaco algo que se nos supone, y que tú has demostrado en tus diecinueve años de servicio, la neutralidad política, se me escapan otros muchos valores y virtudes, pero son tantos. Recuerdo aparte de tu quehacer diario resolviendo conflictos privados, regulando el tráfico y otras labores propias de tu cometido, tus intervenciones, tus incautaciones, los 304 kilos de hachís, los 171, los 33, otra de 30 y otra de 11, o cuando pillaste 256 papelina de heroína y cocaína y las pastillas de Trankimazin, cuando interviniste aquella arma de fuego, la cantidad de busca y capturas que detuviste, muchos de ellos involucrados en delitos de sangre y uso de arma de fuego, entre ellos dos de los calificados como extremadamente peligros, intervenciones que fueros portada en los medios de comunicación locales, también cuando localizaste dentro de aquel vehículo el fusil con el que fueron tiroteados los compañeros del Grupo Tres, fusil que sirvió como prueba fundamental para condenar al autor, o el valor que demostraste cuando tras caer herido de bala un compañero de la UDYCO en el Príncipe, tiraste para adelante buscando al autor entre los callejones hasta que fue acorralado y detenido, podría llenar hojas y hojas con tus intervenciones pero dejémoslo aquí.
¿Cuántos fueron los años que voluntariamente pediste estar fijo en la zona de Rosales, Juan Carlos I, La Pantera y Hadú? Cinco, ¿verdad?, ¿y en el Príncipe? tres años pateando sus calles de uniforme, te ganaste el respeto de aquel barrio al que algunos medios califican como el mas peligroso de España, eres un ejemplo para mí y para muchos, no olvidaré jamás, repito, jamás, como hace unos meses, mientras luchabas contra el cáncer, débil por la quimio, corriste tras aquel individuo que acababa de robar el bolso a una señora, y lo detuviste. No sé, me quedo sin palabras, este es mi homenaje, para quien la comisión para la entrega de medallas estimó no ser merecedor de ella.
Eres simplemente, un policía, un profesional. Enhorabuena.