El próximo jueves 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Es por ello que durante toda la semana venimos escuchando, leyendo y participando en actividades relacionas con la mujer y la igualdad de género, un concepto este que se usa con demasiada frecuencia y a veces desde el desconocimiento. La igualdad de género supone que las diferentes actuaciones, pretensiones y necesidades de mujeres y hombres se consideren, valoren y promuevan en la misma medida. Esto en ningún caso significa que mujeres y hombres seamos iguales, o que debamos convertirnos en clones asumiendo roles ajenos, sino que nuestros derechos, obligaciones y oportunidades no dependen del sexo. En definitiva, que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades en todos los ámbitos de la sociedad y que ambos seamos libres para desarrollar nuestras capacidades personales, para tomar decisiones y para expresar nuestros sentimientos de forma libre, sin que por ello se ponga en duda nuestra feminidad o vuestra masculinidad. El medio, la herramienta para alcanzar esta igualdad, es la equidad.
La equidad la podemos definir como la justicia natural en el trato hacia mujeres y hombres teniendo en cuenta sus respectivas necesidades. La equidad de género implica la posibilidad de emplear mecanismos diferenciales para eliminar desigualdades de partida utilizando medidas que no tienen por qué ser indispensablemente iguales (acciones o medidas positivas) pero que nos conducen a la igualdad real y efectiva en cuanto a los derechos, las obligaciones y las oportunidades.
Para que la igualdad sea eficaz y efectiva a través de unas políticas públicas transversales basadas en la equidad de género es necesario que todos los días, y no solo los 8 de marzo, las administraciones y la clase política en general incorporen en sus agendas con carácter prioritario este enfoque, trabajando con la sociedad civil organizada con una mayor coordinación, tanto a través de discursos y actividades puntuales como del diseño, articulación e implementación de programas integrales que garanticen un mayor impacto en la sociedad. ¡Que todos los días sean 8 de marzo!