En los días previos a las elecciones, durante la campaña electoral, es cuando más énfasis se pone sobre los proyectos y las ideas de cada partido político. Las ideas de CABALLAS, llegan como una fuerte bocanada de aire fresco reclamada por muchos y muchas ceutíes a la vista de la descarada y lamentable gestión que ha estado haciendo el PP de los recursos (escasos) que tiene Ceuta. La gente está harta de que se le haya tratado como si no se estuviera dando cuenta de todos los incumplimientos de los que, hasta ahora, ostentaban el gobierno.
Lo mismo ocurre con los líderes de cada formación. La manita y la sonrisa son el último reducto que le queda al que hasta ahora ha sido presidente de Ceuta. Hoy por hoy, cada vez hay más ceutíes que prefieren a un gestor que no les de tanto la mano pero que mire más por los intereses de todos en condiciones de igualdad como lo hace el líder de CABALLAS. Si se me permite la comparación, es algo parecido a lo que ocurre con los médicos: me da igual que sea más o menos simpático siempre y cuando sea un profesional que sepa diagnosticar la enfermedad a tiempo y ponerle remedio.
Por otro lado, también salen a relucir las malas artes para evitar que al adversario político le crezcan desmesuradamente los votos: Mercenarios que critican cualquier cosa al margen de la política, otros que se dedican a arrancar los carteles (curiosamente sólo los de CABALLAS), etcétera.
Pero sirva como ejemplo de especial gravedad el veto a la difusión del debate entre el candidato del PP y el candidato de CABALLAS, Mohamed Alí. Respecto a ello, les voy a contar algunos pequeños detalles que sólo se apreciaban estando en los estudios de la Cadena Ser. El primero, es que, por mucho que se diga, el candidato del PP estuvo bastante tenso, lo cual se ponía de manifiesto cada vez que buscaba el apoyo y refuerzo visual de las personas que le acompañaban. Necesitaba que le asintieran con la cabeza a sus afirmaciones y respuestas, lo cual demostraba claramente su falta de confianza en su propio discurso. Y es que, a lo largo de estos años el candidato del PP únicamente ha sabido “vender” su producto sin tener que replicar directamente las opiniones que evidenciaban todos los errores que se han venido cometiendo bajo su amparo y protección. En el momento que ha tenido que debatir y escuchar todas las meteduras de pata de su gobierno se ha quedado desacreditado y sin réplica posible, y eso que llevaba semanas preparándose para debatir. En resumen, él mismo dijo que si seguía en el gobierno continuarían haciendo “más de lo mismo”, sin darse cuenta de que eso es precisamente lo que no queremos. No queremos más enchufismo, ni seguir viendo cómo crece la pobreza en nuestra ciudad sin hacer nada, ni que el halo de clientelismo político se instaure definitivamente, ni más diferencias entre barriadas, ni más vividores y vividoras a costa del dinero de todos y todas….así que, ¿más de lo mismo Juan? Va a ser que no.