La Audiencia Provincial de Navarra ha reconocido que la adjudicación de una vivienda en subasta debe bastar para saldar la deuda. ¡Por fin!. Con la que está cayendo, parece que banqueros y políticos se han aliado para estrujar aún más a aquellos que, por las circunstancias que sean, pero fundamentalmente por la crisis financiera que ellos no han provocado, de la noche a la mañana se quedan sin trabajo, sin casa y sin poder pedir otro préstamo para salir adelante. Se les pone en la lista negra. Y además siguen apareciendo como deudores de por vida, gracias a los buscadores de internet, pero, sobre todo, porque las entidades que los inscriben en estos listados no se preocupan de borrarlos en el histórico cuando pagan.
El asunto lo reflejaba bien 'El Roto' en su habitual tira cómica de El País hace unos meses. Aparecía un trabajador que se había quedado parado y que no podía seguir pagando la hipoteca de la casa, que en su momento valoraron los tasadores por una cantidad determinada. Esos mismos tasadores valoraban ahora esa misma vivienda en menos de la mitad de su precio. El resultado final era que el protagonista de la viñeta se había quedado sin trabajo, sin casa y con una nueva deuda por valor de la mitad de su casa, que no podía pagar.
Lo que parecía un chiste casi macabro, está a la orden del día. La causa es que nuestra legislación hipotecaria no contempla la posibilidad de que la vivienda ofrecida como garantía sea suficiente para liquidar el préstamo, si el valor de la misma no llega a cubrir el principal de la operación de financiación. Así de simple y de trágico.
Ya antes de la crisis económica se daban casos parecidos. En una ocasión yo estuve defendiendo a una familia que, como consecuencia de la quiebra consentida de SINTEL, se había quedado sin poder cobrar la última factura de los trabajos realizados a la Compañía. Esto les impedía liquidar la póliza de crédito que habían utilizado para financiar estos trabajos, y que habían garantizado, entre otras cosas, con la vivienda del padre de familia. Con el paso del tiempo, los abusivos intereses de entonces (18%) habían hecho que la deuda se triplicara. Toda la familia, padre, madre e hijos, tenían intervenidas sus cuentas y figuraban en todas las listas de morosos. No podían tener un trabajo legal, porque les embargaban las nóminas. Tampoco pedir préstamos para desarrollar pequeños proyectos empresariales, porque los bancos les perseguían. Finalmente, la concesión de un préstamo hipotecario contra la vivienda que querían embargarle, y un pacto 'in extremis' y a la baja, hizo posible liquidar la vieja deuda con la entidad. Actualmente han podido dejar de ser 'clandestinos' y desarrollar una vida normal. Aunque los sinvergüenzas que se llevaron el dinero de SINTEL, siguen disfrutando del mismo en paraísos fiscales.
En el caso de la sentencia que comentábamos al principio, la familia tenía que pagar casi la mitad más del valor de la casa que habían subastado, y que previamente habían adquirido con un préstamo hipotecario. La Audiencia Provincial de Navarra, en una interpretación justa y sin precedentes de la Ley, considera que la vivienda ha de ser suficiente para pagar el principal del préstamo, ya que es 'moralmente rechazable' que las entidades financieras aleguen que la vivienda se ha depreciado, pese a que han sido esas mismas entidades las causantes de la crisis financiera y, por tanto, de la depreciación del valor de estos activos. Es decir, que la Ley siempre permite interpretaciones varias.
En un artículo de opinión del pasado viernes, 4 de febrero, Felipe González, ex Presidente del Gobierno español, relata de forma certera la evolución de la crisis financiera internacional y sus causas. También reivindica la idea de la presidencia francesa del G-20 de recuperar la tasa a los movimientos de capital. Como nos explica, una tasa de este tipo a movimientos de capital no especulativos es indolora. Sin embargo, si son movimientos especulativos se verían seriamente perjudicados, pues esas operaciones se suelen repetir cada 24 o 48 horas. Es decir, propone retrotraerse a la denominada tasa Tobin, que tanto combatieron estos políticos de antaño, cuando los movimientos 'antiglobalización' consiguieron ser el 'terror' de las cumbres políticas internacionales.
Pero se dice que nunca es tarde si la dicha es buena. Y también, que aliados para una buena causa hay que tenerlos hasta en el infierno. A ver si cunde el ejemplo.