La primera vez que me propusieron ir al cementerio por la noche, la verdad es que no me dio buena espina y les dije que nanai de la china, pero cuando me picaron y me tocaron en mi amor propio de hombre es cuando automáticamente les dije que sí, que me dijeran la hora y el lugar. Las dos de la mañana del día siguiente allí estuvimos todos los concentrados y eso que la inmensa mayoría tuvimos que ir andando, buena caminata. La propuesta fue hacer una experiencia de psicofonía, que consiste en poner una grabadora en un lugar donde nadie pudiera tocarlo y a la vez que no existiera ningún ruido que pudiera contaminar el testimonio y dejar grabar durante el tiempo que tuviera la cinta.
Recuerdo que los cassettes antiguos eran unos armatostes, tenía unas dimensiones de veinticinco centímetros de largo, con un ancho de veinte y un alto de unos ocho, a parte tenían que llevar un micrófono exterior que consistía en un cilindro de unos tres centímetros de diámetro y de largo de unos ocho centímetros. Nos pusimos en el exterior del cementerio y ayudado por una escalera se introdujo por sorteo el más canijo de todos que tenía la misión de poner el artilugio en una tumba que hay puesta en el suelo. Entró con muchos nervios con un petate con los instrumentos en el interior y al cabo de unos diez minutos que parecieron para nosotros una eternidad apareció, teniéndole que darle un tentempié consistente en un tapompocito de whisky ya que el muchacho empezó a tartamudear y tenía unos signos evidentes de estar fuertemente afectado por algo que le hubiera sucedido. Nos dijo que “cuando salió del segundo tramos de escalera y después de escuchar muchos ruidos por todas partes como un par de tumbas estaban como encendidas con una luz de color verde muy clara y que me hizo salir con muchas más velocidad hasta el destino que fue la primera tumba que se encontró en el camino en el suelo, que era una lápida de color blanquecina, allí puso el cassette, el micrófono y le dio para poder grabar al play y al red, poniendo el cronómetro de su reloj en funcionamiento ya que tenía que estar grabando durante treinta minutos que era lo que tenía dicha cinta de autonomía. Ya llevaba doce minutos cuando nos dijo todo aquello así que lo que quedaba era esperar hasta que cumpliera la hora de espera”.
Lo que nos dijo era que él no regresaría al lugar sin ayuda de nadie más que lo había pasado canutas y que el no iría solo. Así que decidimos que había que hacer otro nuevo sorteo tocándole al más bravo de todos, así que todo parecía que no podía fracasar. Cumplida la hora fueron por el cassette y los resultados del experimento, tardaron esta vez cerca de media hora y fue cuando otro componente saltó con ayuda de todos ya que la escalera se encontraba dentro y fue a por los otros dos al poco rato saltaron todos con una cara de cachondeo que no les podía en el alma. Le preguntamos y nos comentaron que “cuando estuvieron en la tumba no encontraron el artilugio y estuvieron buscando por allí hasta que tuvieron que encender la linterna y se dieron cuenta que una cosa negra que se encontraba en la tumba era lo que sería y es el cassette que le había atacado un montón de cucarachas y tuvieron que cogerlo e ir quitándole todas las cukis una a una y por eso habían tardado tanto”. Dos venían con unas ganas de juerga bastante grandes y otro que faltaba no tenía el estómago para muchos menesteres.
El resultado de las pruebas una vez escuchada con toda la atención del mundo por cada uno de los componentes del grupo fue nula no se escuchaba nada más que lo de costumbre el aire y poco más. Pero lo principal de este artículo fue cuando estuvimos analizando la declaración del canijo cuando nos dijo que había visto en unas lápidas unas fosforescencias de color verdoso nos dio la luz un médico amigo nuestro que nos dijo que los cadáveres cuando están en descomposición lanzan una serie de gases que pueden producir estos fenómenos que nosotros ya lo había calificado como paranormal. No es una cosa muy recomendable hoy en día de ir a hacer estos pinitos ya que ya hay mucha vigilancia por esos lugares, lo digo por si acaso.