El próximo día 7 de enero, Antonio Gil pondrá punto final a su etapa como secretario general de la Unión General de Trabajadores en nuestra ciudad. Ya hacía varios meses que había anunciado que se aproximaba el momento de decir adiós a esta etapa.
Cuando aún quedan algunas semanas para la celebración de este Congreso extraordinario afirma que “no apoya a nadie en concreto para que le suceda y además, tampoco, a día de hoy, nadie se ha posicionado señalando que quiere estar al frente de la central sindical”, expone.
Entiende Gil que se debe dar paso a la sucesión porque han sido más de tres lustros intentando levantar un sindicato que recibió, en la práctica, por debajo de mínimos, y durante este tiempo ha debido hacer frente a la etapa de hegemonía de Comisiones Obreras.
Cuando la UGT siempre había sido en Ceuta el primer sindicato de clase, distintos errores en los planteamientos y en las elecciones en la central sindical, dejaron el campo libre a unas Comisiones Obreras que levantaron el vuelo y que pronto adelantó a su homólogo, convirtiéndose en la ganadora de continuas elecciones.
La llegada de Antonio Gil, como reconoce, no fue nada fácil, porque además se acababa de producir un escándalo a nivel nacional con la cooperativa de viviendas que había apadrinado el sindicato, la PSV y además, en Ceuta, tenían una base de afiliados sin un respaldo y también la situación económica no era nada boyante.
Lo cierto es que nunca ha tenido prisa, ha sido un secretario general que, muy rara vez, ha sacado los pies del tiesto y que entendía que el sindicalismo es una carrera de fondo. Ahora, cuando llega la hora del adiós, deja un sindicato con unos cuatro mil afiliados al día en los cobros, tal y como se reconoce por parte de la Comisión Confederal del sindicato.
En las propias estadísticas a nivel nacional de la Confederal, la UGT de Ceuta aparece como la primera organización de nuestro país, tanto por número de afiliados, como por evolución de delegados sindicales, siempre, por supuesto, en relación al número de habitantes.
Y se ha llevado una de las alegrías más importantes de su dirección en estos últimos días, cuando la UGT ha logrado la Presidencia de la Junta de Personal Docente, después de muchos años en manos de Comisiones Obreras.
Entiende que ha sido un secretario general que ha sabido, en muchas ocasiones, tender la mano para colaborar con las instituciones y que no se arrepiente de ello. No descarta que para los próximos años dedique algo más de tiempo al partido en el que milita desde hace muchos años, como es el Partido Socialista Obrero Español.