La constitución de la Asamblea deja la puerta abierta a una nueva legislatura en la que la diversidad política es la marca. Hasta cinco grupos políticos tendrán su representación para sacar adelante medidas que sirvan de provecho a la ciudadano.
Porque el ciudadano espera sin duda eso: que quienes representan las distintas opciones sean capaces de llegar a acuerdos que redunden en una Ceuta mejor, con avances para todos, con pactos que finalicen en la reducción de problemas tan sangrantes como el paro, que ha constituido ya un asunto endémico para la ciudad. Juan Vivas dejó claro ayer que el diálogo debe ser el camino que todas las formaciones deben seguir. Desde el PP se ha tendido la mano para lograr pactos con el Gobierno. La oposición, representada por cuatro formaciones (Caballas, MDyC, PSOE y C’s) goza de una vicepresidencia desde la que intentará ofrecer una perspectiva distinta a la hora de confeccionar los plenos. De igual forma que indicó Vivas, todos los representantes de estos partidos mostraron su intención de llegar a acuerdos comunes que terminen siendo beneficiosos para los ceutíes. Ese es sin duda el camino que los ciudadanos esperan, sin que esto suponga sacar unas conclusiones distintas. Y es que en esto de la política se deben dejar a un lado esos conceptos que entienden que la buena acción política es la que se basa en la pelea continuada, en el gamberrismo por el gamberrismo. Muy al contrario, conseguir pactos no supone ceder un ápice en la ideología de cada partido o en sus fundamentos. Supone saber ser consecuente con los problemas que tiene Ceuta y ser lo suficientemente responsables para, mediante cesiones de todos, suscribir pactos que realmente se cumplen dejando los personalismos en cada casa.