Encontraron una escalera contra la tapia para acceder a una casa y hace 15 días un encapuchado merodeaba la zona, indican.
Aseguran que vivieron “muy tranquilos” los últimos 40 años en la Carretera del Monte Hacho. Sin embargo, esa paz ha tornado en “inseguridad”, comenta una vecina de las viviendas que se encuentran en la curva a continuación de la Urbanización Los Jardines.
Primero fue una escalera contra la tapia de su propiedad, preparada para acceder al inmueble y desvalijarlo mientras el matrimonio se encontraba en el Parque Marítimo del Mediterráneo, lamenta esta residente en la zona. Esa sensación de amenaza que describe en representación de varios habitantes del lugar volvió a materializarse hace solo 15 días. En aquella ocasión, recuerda la misma mujer, “un encapuchado merodeaba mi casa, menos mal que un vecino nos avisó y parece que nuestra presencia disuadió a los presuntos ladrones”, un incidente que quiso trasladar al delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.
Quienes se quejan son pensionistas, en algunos casos minusválidos, y consideran que tanto las autoridades como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado deberían “tener mayor presencia en el Monte Hacho porque la situación empeora cada día”, añade esta vecina.
Desconocen si este repunte de sucesos ocurridos en la Carretera del Monte Hacho responde a la “crisis o la necesidad” pero destaca que la situación se ha convertido en “insostenible” y solicitan medidas encaminadas a su solución porque cualquier día “puede ocurrir una desgracia”, comenta la portavoz vecinal.
Los residentes en esta zona también plantearon sus propuestas dirigidas a la Ciudad Autónoma y de las cuales “ya tiene constancia” la administración. En concreto, los habitantes de este distrito que carece de representante oficial, puntualizaron, pidieron al Gobierno local y a la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) una plaza para que los mayores y los niños puedan encontrarse ya que en la zona falta un equipamiento dedicado al esparcimiento y no hay bancos en los que descansar cuando salen a dar un paseo. Se declaran “abandonados” por los representantes de la Ciudad.
“La FPAV nos dijo que destinaría una parcela cercana a la plazoleta. Al final, se trataba de un terreno militar y no podían hacer el proyecto. Cada vez que se limpia es con mis impuestos, pero nosotros no podemos tener un lugar en el que sentarnos a charlar”, protestaron los vecinos del Monte Hacho.
“Al menos cinco casas cuentan con alarma porque puede pasar cualquier cosa”
Después de los incidentes relatados, esta vecina instaló un sistema de videovigilancia en su casa al igual que hicieron otras cuatro residencias que se encuentran en la Carretera del Monte Hacho, ya que temen que roben en sus viviendas. “Las tenemos porque puede pasar cualquier cosa”, dice esta habitante de la zona. Aunque cuente con esta protección extra, el vecindario estima necesario mayor presencia policial en sus calles porque considera que está expuesto a los ladrones.