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En pleno debate sobre los ‘deberes’ y su volumen, la Unidad de Programas Educativos organiza unas jornadas sobre “el aula invertida”, otro modelo de enseñanza del siglo XXI
En pleno debate educativo sobre si los docentes deben seguir mandando ‘deberes’ a su alumnado y cuál es su volumen idóneo (este es el segundo fin de semana de la ‘huelga’ de tareas extraescolares convocada por la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos), la Unidad de Programas Educativos (UPE) del Ministerio de Educación en Ceuta ha organizado para finales de este mes (del 21 al 24 de noviembre) unas jornadas sobre ‘El aula invertida’ (‘Flipped Classroom’, en inglés), un enfoque “diferente” de enseñanza en el que el alumno incorpora información antes de la clase y participa posteriormente en su desarrollo”.
Según resume el profesor del Departamento Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona Josep Lluis Medina, “supone un desplazamiento intencional fuera del aula de determinadas partes del contenido de las asignaturas”.
“Dentro de esta interesante propuesta metodológica”, justifica la UPE que dirige Javier Celaya su iniciativa en el programa de formación del profesorado para el año académico en curso, “nos aproximaremos al modelo ‘Flipped Classroom’, al diseño de las actividades así como a generar contenidos utilizando las herramientas que mejor se adapten al modelo invertido de enseñanza”. “Servirá también para poder evaluar los aprendizajes en actividades desarrolladas en el modelo ‘flipped”, amplía.
En España existe el proyecto ‘The Flipped Classroom’, una iniciativa “abierta a la participación de docentes y educadores de todos los niveles de enseñanza con inquietudes por cambiar la educación y por hacerla acorde con las demandas sociales y culturales de este siglo”. Define ‘el aula del revés’ como “un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula”.
En la práctica se ha desarrollado a través de dos estrategias, según Medina. En la primera, unos días antes de tratar en el centro educativo equis materia, el docente indica a los estudiantes qué documentos del campus virtual tienen que estudiar (documentos electrónicos, vídeos, etcétera).
Después, evalúa el nivel de comprensión de los estudiantes y sus errores más frecuentes estructurar su clase en función de qué aspectos del tema no se tienen que mencionar, cuáles requieres clarificación y dónde aparecen los errores más frecuentes.
En la implementación basada en el trabajo en equipos, el proceso se inicia con la lectura y estudio del material previo por parte del alumnado.
Al llegar a clase, contestan de manera individual un cuestionario y después, en pequeños grupos, se consensúan las respuestas y se responde nuevo para, posteriormente, realizar una puesta en común en el gran grupo “donde los estudiantes reciben retroalimentación inmediata de su trabajo y donde pueden justificar sus respuestas.
El ciclo finaliza con una mini-clase aclaratoria en la cual “se resuelven dudas y consolidan aprendizajes por parte del profesor y con la realización grupal de determinadas actividades de ‘aplicación’ y transferencia de los conceptos y procedimientos estudiados y validados”.
Por toda España se han registrado proyectos de desarrollo de ‘clase invertida’, desde en Educación Infantil hasta Bachillerato, incluso Estudios Superiores, que pueden conocerse a través del proyecto ‘The Flipped Classroom’.
El modelo responde a un esquema tipo en el que, a través de actividades guiadas y determinados recursos tecnológicos más o menos sofisticados (que habitualmente los niños pueden seguir con sus familias) se transfiere a propósito fuera del aula parte de la información que el docente tiene que transmitir con el fin de liberar tiempo de la clase para dedicarlo a actividades de aprendizaje en las que la presencia del profesor es imprescindible.
Me encanta que se quieran llevar a cabo estas propuestas donde los alumnos deberán ver una serie de documentos o de videos previos al día de clases cuando los papis de lo primero que se quejan es de que los niños van muy cargados de tareas a casa. Eso acabará convirtiéndose en el ¿habeis viste el video ? o en que cuando se pasen los cuestionarios muchos niños que no los hayan visualizado (los documentos) no tengan idea por no haberlos visto. Algo que me divierte que en ese momento seguro que la queja será no mandan deberes pero es que los profesores ahora no están dando clases porque los alumnos ya van con las lecciones vistas en casa y allí solo hacen actividades y claro visualizar las cosas también quita ese preciado tiempo que los papis quieren para sus hijos.
Ojo no pensemos que el crío va a tener si quitar los deberes se toma como medida una tarde libre y de niño, le quedan las 20 actividades extraescolares donde los papás que no pueden cuidar de sus niños los apuntan. Pero después el problema son los deberes y no que cole+deberes+actividades extraescolares dejan al niño sin tiempo ni fuerzas para nada.