El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, sigue siendo el más valorado de todo el país, según los datos que aparecen reflejados en el Barómetro autonómico hecho público ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)
y que ha sido realizado a través de encuestas en todas las autonomías durante los meses de septiembre y octubre de 2012. El tirón de Vivas no varía y los porcentajes que arrastra marcan un diferencial abrumador en relación a la calificación que reciben los dirigentes del resto de comunidades.
Así las cosas, el 86,1% de los encuestados aprueba la gestión llevada a cabo por Vivas, de todos ellos un 15,5% la considera muy buena, un 44,8% buena y el 25.8 regular. Solo un 9,3% la tilda de mala. De esa gestión política destacada en la encuesta, se pregunta además sobre una serie de factores que cobran peso hoy en día. Eficacia, prudencia y honradez son algunos de los puntos sobre los que se ha pedido opinión. Pues bien, es precisamente la honradez una de las virtudes de Vivas que más aprecian los encuestados, tal es así que el 68.3% considera que Vivas posee esa cualidad. La experiencia, con un 84,6% y la inteligencia, con un 82,6% además de la prudencia, con un 77% conforman las demás cualidades que mayor apreciación tienen por parte de los encuestados.
La confianza es también una característica definitoria de Vivas como auténtico líder político. Según los datos del CIS, un 59,3% tiene mucha o bastante confianza en su presidente. Este dato es ya significativo por sí solo, pero cobra mayor relevancia si se compara con la confianza que el resto de españoles tienen en su presidente según la comunidad en la que se hayan hecho las encuestas. Es significativo, que en todas las comunidades son mayoría los ciudadanos a quienes su presidente autonómico les genera poca o ninguna confianza. La única salvedad es la encarnada por Vivas, que vuelve a convertirse en un auténtico fenómeno de masas para la ciudad. Por cierto, que el conocimiento que se tiene en la sociedad de la figura de Vivas es aplastante: todos los encuestados saben quién es.
¿Qué es el CIS y qué validez tiene?
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es un organismo público que tiene como objetivo principal el estudio de la sociedad española, labor que viene desarrollando desde 1976. Lleva a cabo esta tarea fundamentalmente a través de la realización de encuestas en las que se pregunta a los ciudadanos su opinión sobre temas diversos de la actualidad socioeconómica y política (sanidad, educación, inmigración, entre otros). Los datos que aquí se ofrecen pertenecen al Barómetro autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) -el tercero que se realiza en las 17 autonomías y las ciudades de Ceuta y Melilla (hubo otros dos, uno en 2005 y otro en 2010)- y que se refiere a los meses de septiembre y octubre de 2012.
¿y cómo es la gestión del gobierno?
Para el 80% de los encuestados, aprueba su gestión desde las pasadas elecciones
El Barómetro autonómico del CIS centra algunas de sus cuestiones en la valoración que hace el ciudadano de su Gobierno. En sus preguntas alude a la gestión tanto a nivel nacional como local, un diferencial que es importante analizar porque en él reside la importancia que, como gestor, puede tener un presidente autonómico. Pues bien, en relación a la política general del país, solo un 30% la aprueba, y de ellos un 20,5 la valora como regular. Si esa misma pregunta se hace en relación a Ceuta, el diferencial se duplica, ya que casi un 64% le da el aprobado. Un 56% cree que la situación en Ceuta es igual a la del resto del país, mientras que un 27% la considera mejor o mucho mejor. En el ámbito económico sí que varía ya que el 54% de encuestados cree que en Ceuta se vive económicamente mejor que en el resto del país,además un 61.5% considera que esa crisis se está notando en menor medida en la ciudad. ¿Y a qué altura ha estado la Ciudad? Para el 45% ha sido muy buena o buena y para el 36% regular, desde las últimas elecciones, superando por goleada a la oposición.
Paro e inmigración, los problemas en Ceuta
Los ceutíes encuestados han sido preguntados por los problemas que, a su juicio, existen con mayor incidencia en la ciudad. El paro y la inmigración son, a ojos de los encuestados, los de mayor peso en Ceuta. El primero, además, se lleva la palma ya que es el mayor quebradero de cabeza para el 52,1% de los encuestados. A este respecto se buscan también culpables, y las miras apuntan a la política económica del gobierno central como causante (es la opinión del 74%), la crisis económica internacional o el comportamiento de los empresarios (60% y 62%, respectivamente).
La inmigración, con un 20.2% es el segundo problema que existe en Ceuta, seguido de las comunicaciones con la península (con un 14,7%) y los marroquíes, con un 10%. Para un 5,2% la educación es también un problema en la ciudad, y para solo un 4,7% son los musulmanes. ¿Y el manido racismo? Sólo un 0,2% considera que es un problema en la ciudad, desbaratando así cualquier otro tipo de apreciación generalista que acostumbra a sucederse en Ceuta.
La inseguridad ciudadana también es uno de los problemas, pero sólo para el 8% de los encuestados; la vivienda lo es para el 6,5% y el aislamiento que tiene la ciudad, para el 3,7%. Curiosamente la Autonomía no es considerado como un problema en la ciudad, a pesar de que cada 2 de septiembre vuelve a resurgir el mítico debate sobre la aplicación de la Transitoria Quinta; de hecho sólo un 18,3% considera importante que haya un grado de autonomía mayor para la ciudad. Tampoco existe preocupación alguna, o al menos no queda reflejada en esta encuesta, en torno al terrorismo internacional, ahora tan en alza por la muerte de ceutíes en Siria, dato éste ya sucedido en el momento en que se realizó esta encuesta.
Por cierto, que a la hora de encontrar culpables en la generación de problemas, los encuestados no diferencian claramente las competencias al responsabilizar, por ejemplo, de la seguridad ciudadana o del paro al ente local, y eso que el nivel de colaboración entre gobiernos es destacado.
La identidad y arraigo del caballa
Uno de los bloques analizados por el CIS es todo aquello que se esconde tras el concepto de arraigo e identidad. Asuntos claves, más si cabe en una tierra como Ceuta en la que la connotación derivada de su aislamiento es puesta de relieve. El 82% de los encuestados se siente muy identificado con Ceuta, dato que se eleva a un 89% si se alude al sentimiento español. Para el 83% España es su país y sólo un residual 2,8 considera que se trata de un Estado formado por varias nacionalidades o regiones.
Que Ceuta, como Melilla, son los puntos del país en donde cala más el sentimiento patriótico y el apego al concepto español es algo más que evidente, y así queda reflejado por el Barómetro. Un 89,3% de los encuestados se siente muy orgulloso de ser español, un 7,5% bastante orgulloso y solo un residual 2% poco orgulloso. ¿Y caballa? Un 77,3% dice sentirse muy orgulloso de serlo y un 7,8% apostilla el calificativo de bastante. Esos datos porcentuales son muy destacados en el caso de las dos ciudades hermanas en comparación con el resto de puntos del país, en donde ese sentimiento de apego a lo español no queda tan enraizado, ni por asomo{jcomments lock}.