La Ciudad Autónoma registra el porcentaje más alto del territorio nacional, seguida de Canarias y Asturias
Septiembre es el mes de la vuelta, de volver a retomar las expectativas fracasadas de principios de año, es el mes de las segundas oportunidades y por ello es una de las fechas elegidas para enmendar errores y, en resumen, vaciar en definitiva la mochila de los malos hábitos. Realizar ejercicio físico, hacer dieta, apuntarse a clases de idiomas son algunos de los objetivos marcados en esta nueva hoja de ruta en blanco. Pero sin duda, dejar de fumar se perfila para muchos como un propósito cuyos trazos iniciales son difíciles de esbozar. En estas líneas los ceutíes deberán comprometerse con las expectativas marcadas y sobre todo tener mucha fuerza de voluntad, ya que el 23% de la población se declara fumadora según datos de la Encuesta Europea de Salud en España, de ellos un 41% asegura fumar más de 20 cigarrillos al día, datos que sitúan a Ceuta en la primera posición de las comunidades españolas de mayor consumo de tabaco diario, seguida por Canarias, con un 37% y Asturias, 36%. El citado informe refleja que de entre los fumadores un 69% no ha hecho ningún intento por dejar de fumar. Según la evolución entre la última encuesta (2014) y la anterior (2009), se observa que con el paso de los años se ha dado un ligero descenso de personas que se declaran exfumadoras, así como del porcentaje de población que se declara fumadora. Este descenso de fumadores se distribuye de manera desigual entre ambos sexos, siendo el descenso superior en el caso de los hombres (cae el consumo casi en 9 puntos), mientras que en el caso de las mujeres se identifica un ligero incremento (aumenta el consumo casi en 2,5 puntos). El tabaco es, al fin y al cabo, un hábito adquirido que es modificable pese a que muchos fumadores tal idea les parezca inalcanzable. El problema es que para muchos es un acto automático, el reflejo impulsivo de encender un cigarrillo es la causa oculta detrás de numerosas afecciones que cada año traen consigo la muerte de unas 6 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En nuestro país, alrededor de 60.000. El tabaco es la primera causa de muerte prematura en el mundo, ya que de este mal hábito derivan las enfermedades más mortíferas, en particular las cardiovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el cáncer de pulmón. Aún así, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, casi 3.000 fumadores acuden a sus profesionales para dejar de fumar y más de un 61% de todas ellas lo consiguen.
Antes de afirmar que somos los que más consumimos, habría que tener en cuenta (y restar de ese consumo) los cientos de cajetillas que diariamente salen para la península.