Los estudiantes que viven en la residencia del Campus de Ceuta vuelven a pronunciarse de forma pública una vez más. Las constantes lluvias les han pasado factura. Las diferentes borrascas de los últimos han caído sobre el edifico no sin dejar tras de sí consecuencias.
“Nos ha llovido encima”, recalcan, al mismo tiempo que muestran un vídeo donde se aprecia un cuenco de agua lleno colocado en el suelo mientras gotea agua desde el techo. Esta ha sido para ellos su baza para paliar la situación y evitar charcos.
El frío y la humedad han conquistado más terreno ante las filtraciones que han experimentado las distintas estancias del inmueble. Los universitarios que viven en él durante todo el curso ya dieron parte de la necesidad de mejorar los espacios en los que duermen. “Aún hay personas que tienen goteras”, subrayan. “Esto es una vergüenza”.
Efectos recientes de las borrascas
Estas últimas semanas las condiciones se han agravado debido al contexto meteorológico. Puertas mojadas y zócalos en los que las manchas oscurecidas se esparcen se ven en las imágenes tomadas por los jóvenes.
El cese de las tormentas les ha dado un respiro. Sin embargo, los afectados hacen hincapié en que es necesario darle un vuelco a la residencia. “Creemos que, desde nuestro punto de vista, hemos sido bastante pacientes”, comentan.
El aire acondicionado estropeado aún no se ha reparado lo que hace mella en la ventilación de los cuartos. Es preciso recordar que no disponen de la apertura de las ventanas. Las persianas de once de las dieciocho habitaciones no funcionan desde hace tiempo. “Pasa en la 3,4,5,7,9,12, 14,17,18,19 y 21”, concretan.
Olores
“La humedad cada vez va a más y a peor. El estado de los objetos empeora”, cuentan. No solo conviven con ello, también informan de que surgen problemas de los aseos. “Hay olores insoportables que salen de los baños. Traspasan a otras estancias”, destacan.
A esta lista se suman quejas en torno al servicio de wifi que se ofrece en el edificio. “A veces no funciona y otras sí”, remarcan. No es la primera vez que han informado sobre ello. “Recientemente estuvimos unos seis días sin internet”, detallan.
Ya en su día cursaron una reclamación en la Ciudad. Distintos representantes relacionados con la residencia se personaron en ella para echar un vistazo y hablar con los estudiantes.
A pesar de este avance, consideran que todo se ha quedado en nada. “No quieren reparar las cosas. Consideramos que solo tratan de poner excusas”, mencionan. “Al menos podrían llegar a un acuerdo y bajar los precios ya que está esto así”, añaden los afectados de la residencia.
Aire acondicionado
La incidencia en torno a los dispositivos de climatización no es nueva. Es más, ya en su día señalaron que existe cierta tendencia a que sea un tema recurrente que incluso ha tenido lugar en aulas de la propia universidad.
“Entendemos que es algo que los mismos responsables no pueden arreglar, pero tras la larga espera, estimamos que nos han ignorado todos estos años. Quizá deberían intentar contactar con otra empresa”, manifiestan.
“A Daikin no parece importarle que el aire acondicionado sea la única manera que tenemos para ventilar las habituaciones de la residencia. Ni a la compañía, ni al ayuntamiento ni a la UGR”, inciden.
El curso pasado la borrasca Karlotta también hizo de las suyas. Las repercusiones de su llegada a Ceuta también se reflejaron en la residencia del Campus. Los estudiantes solo piden una solución que cambie el paradigma. Exigen que, la próxima vez que las lluvias merodeen por la ciudad, estas no supongan un reguero de incomodidades para su día a día.
La falta de mantenimiento de la Ciudad en estas instalaciones es escandalosa.
A qué esperan