Menores cargadores de droga. Adolescentes empleados como mulas del hachís. Los dos vecinos de Ceuta detenidos con droga adosada a sus cuerpos ya han sido condenados con penas distintas de acuerdo con la narcótica sustancia que portaban.
Tal y como han explicado fuentes judiciales a El Faro, uno de ellos ha aceptado 9 meses de libertad vigilada; el otro, 1 año y 3 meses.
Con ellos estaba un adulto, que queda investigado por delito contra la salud pública. Este es el resultado judicial del servicio antidroga desarrollado ayer por la Policía en el puerto.
Los nervios los delataron
El mayor de edad, cuyas iniciales son H.M.D., viajaba junto con su hermano y un amigo de este, ambos adolescentes.
Los tres iban a servir de mulas de los narcos para, alimentando un negocio lucrativo, servir a los dueños de la mercancía.
Los tres pretendían embarcar a las 15:40 horas, pero levantaron sospechas en el control documental para cruzar a Algeciras.
Uno de los policías observó que todos ellos mostraban una clara actitud de nerviosismo, por lo que decidió pasar a una segunda línea al mayor de edad para practicar un registro superficial de seguridad por si pudiera ocultar algún objeto prohibido.
En ese instante, cuando el joven se levantó la camiseta, el policía pudo observar que portaba varias placas de hachís adosadas a su cuerpo mediante film transparente.
Tras el hallazgo, se comprobó que los dos menores de edad también portaban sustancia estupefaciente con el mismo método.
Grupos organizados
Cada uno llevaba diez placas de hachís: 509 gramos el mayor de edad, 1 kilo uno de los menores y 500 gramos el otro menor.
Placas marcadas con distintos símbolos. Uno de ellos con la imagen de un limón. Cada pieza viene señalada con quien será su receptor.
No se está ante pases accidentales o aleatorios. Hay una constante, una auténtica trama dedicada a utilizar a personas para portar droga adosada a sus cuerpos.
Son las mulas de los narcos, el eslabón de una cadena necesaria.