Ocho de diciembre, en pleno puente de la Constitución y de la Inmaculada. Una pareja residente en Barcelona sale de Ceuta para volver a la Península con el coche cargado de hachís. En concreto casi 33 kilos de esta droga. Ahí terminó su salida y hoy se ha dictado su condena.
Este miércoles, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 ha impuesto al conductor, llamado A.R.V. y residente en Barcelona, una pena de 3 años y 6 meses de cárcel.
Su pareja, M.C.V.R., ha quedado absuelta después de que el varón reconociera los hechos y asumiera su implicación en un delito contra la salud pública. Ya en fase de instrucción se le puso en libertad con cargos.
Ese reconocimiento ha permitido un acuerdo previo entre Fiscalía y Defensa, sin que haya sido necesaria la celebración de vista oral ni atender testificales.
¿Qué es lo que sucedió?
Así se le da carpetazo judicial a este caso, asociado al tráfico de drogas, que se produjo en el embarque. Allí la Guardia Civil interceptó el vehículo modelo BMW en cuyo depósito de combustible iban ocultos 74 bloques de hachís, que arrojaron al peso unos 33 kilos de esta droga.
De inmediato se practicó la detención de la pareja por su relación con un delito de tráfico de drogas en su modalidad de notoria importancia. Habían pretendido pasar a la Península en posesión de esta mercancía para lo que se había adaptado el depósito de combustible.
Precisamente, ese puente de la Constitución fue aprovechado por más personas para, aprovechando los embarques masivos, intentar colar droga.
Son colaboradores de una cadena de tráfico de estupefacientes, los pasadores que figuran como últimos enlaces. Precisamente esta semana se reconocía por parte de la delegada antidroga de la provincia de Cádiz y Ceuta, Ana Villagómez, que las leyes actuales son “obsoletas” para atender los grandes procedimientos de droga a cuya cabeza aparecen los líderes de este negocio.