Agentes de la Guardia Civil han detenido a un marroquí residente en Francia, de 55 años, cuando pretendía embarcar de Ceuta a Algeciras con casi 46 kilos de hachís escondidos en el coche que conducía, modelo Mercedes.
La intervención se llevó a cabo en la noche de este viernes en el puerto cuando los agentes procedieron a la revisión del vehículo matrícula francesa, detectándose la droga en su interior.
El hachís estaba oculto en los huecos de las taloneras del vehículo, procediéndose al arresto del conductor y único ocupante, con permiso de residencia en Francia.
Se procedió a su arresto por delito contra la salud pública, aprehendiéndose la droga y quedando intervenido el coche.
La cadena de la droga
Esta intervención se suma a otras llevadas a cabo por la Benemérita en la lucha constante contra el tráfico de drogas que sigue explotando la ruta del puerto para lograr su embarque clandestino hacia la Península.
Y eso sin contar las intervenciones abortadas en frontera por Marruecos, lo que ha evitado que esa mercancía llegara a nuestra ciudad para buscar su introducción en el mercado peninsular.
En lo que va de año se ha superado la tonelada y media de hachís intervenida cuando intentaba ser introducida desde Ceuta a Algeciras en su amplia mayoría en dobles fondos de vehículos.
Hay mil maneras de pasar hachís, pero también mil maneras de abortar ese delito. Los vehículos transformados en particulares pateras de la droga siguen utilizándose para intentar burlar el control en el embarque, amoldando huecos naturales para servir de depósitos de la droga que debe ser localizada por el Instituto Armado.
Crean dobles fondos, caletean el coche para ocultar la mercancía… y emprenden camino a sabiendas de que se toparán con tres filtros. Esos son los que deben pasar: la frontera, el embarque de Ceuta y el de Algeciras. Tres filtros, tres controles y tres posibilidades de terminar con los grilletes puestos.