Año 1601 1700
Finalizamos el siglo XVII con esta colaboración. Dando comienzo en primer lugar, con la devoción a nuestra Patrona, que ha ido aumentando por el paso de los siglos.
La devoción a Santa María de África
De la devoción de Ceuta a su amantísima Patrona equivale entonar un encendido y apasionado poema de amor a la Virgen de África; equivale a narrar la vida entera de este noble pueblo, porque todo su caminar histórico entronca y enraiza, de una u otra manera, con su Virgen Morena; equivale a contemplar a la Señora como faro y guía de sus grandes decisiones históricas.
Desde que se nace en Ceuta hasta que se muere -no importa en qué parte del mundo- se lleva muy dentro el inefable amor a la Virgen de África. Con su ayuda vamos a intentar ofrecer los hitos más relevantes de esta devoción, correspondiente a la era española de Ceuta (1640 -1946) dentro del restringido espacio que permiten las colaboraciones periodísticas.
De los innumerables testamentos que se custodian en el Archivo General de la Vicaría de Ceuta, apenas podremos encontrar uno que no hable de la Virgen de África.
Hubo una arraigada costumbre de pasar a los recién nacidos bajo el manto bendito de la Virgen, costumbre que hoy, que después de un olvido se ha restaurado.
-Consta documentalmente que cuando un neosacerdote celebraba su primera Misa, se organizaba solemne procesión al Santuario, con gran concurrencia del pueblo, y acompañado por el Cabildo Catedral.
Conocidísimo es el piadoso acontecimiento del “Voto de la Virgen”, (1651) reiterado cada año ejemplarmente a través de los siglos, que evidencian una vez más, como el pueblo ceutí se cobija al amparo y protección de su Patrona en todas sus angustias y necesidades.
La Cofradía de la Santísima Virgen de África estaba integrada prácticamente por la totalidad de los vecinos de Ceuta.
El amor y devoción a la Santísima Virgen de África rompe los límites angostos de la Ciudad y se expande por todos los rincones del mundo.
"Voto de la Virgen (1621). Reiterado cada año ejemplarmente a través de los siglos, que evidencian una vez más, como el pueblo ceutí se cobija al amparo y protección de su Patrona en todas sus angustias"
Varias cofradías se excusaron de acompañar al Santísimo
Año 1683 En la festividad del Corpus.
Según lo publicado por el Sr. Villatoro Iglesias, en el momento más difícil se vive en 1683, en cuya festividad del “Corpus” varias Cofradías se excusaron para no acompañar al “Santísimo”, ordenando por el Obispo Porras Atienza a los infractores pagar 20 ducados cada uno para gasto de justicia
Para entender por qué varias Cofradías no asistieron a la festividad del Corpus, tenemos que conocer los antecedentes de estos hechos. Una Cofradía pretendía separarse de la parroquia del Sagrario, retirando las alhajas y joyas que a su imagen le pertenecían, lo cual motivó el conflicto. Ya por estos tiempos las alhajas eran lucidas en las imágenes tanto en las Iglesias como en sus recorridos procesionales .
La explicación de este hecho por parte de Gómez Barceló:
Del expediente de 1683 se extraen conclusiones importantes. En primer lugar, y en palabras de Mateo Gómez Coello, fiscal de la Jurisdicción Eclesiástica, que la Cofradía es inseparable de dicha parroquia del Sagrario, lo cual afectaba a las alhajas que servían al culto y acompañamiento de Nuestro Señor Sacramentado.
En segundo lugar, la negativa de los hermanos a aceptar la acusación de querer abandonar el templo de forma violenta y la afirmación de que eran hijos de la Santa Madre Iglesia pero que no obedecían por cuanto eran Caballeros del hábito y que tenían su Juez Conservador a quien recurrir, y que se habían de quejar a su Magestad que Dios Guarde del desaire que su Ilma. les hizo y que había de seguir el pleito hasta Roma y volvieron a ratificarse de que no obedecían y que es falso lo que en su petición alega el fiscal de que entraron en “Nuestra Señora de África” a sacar la Colgadura de dicha Cofradía violentamente y esto lo decía por respuesta de que doy fe.
En 1683 un enfrentamiento con varias Cofradías que se negaron a acompañar al Santísimo en la procesión del Corpus, dio lugar a un pulso con el Prelado, Porras Atienza, en el que llegaron abandonar el Santuario de Santa María de África entonces catedral, y se trasladaron temporalmente al Convento de la Santísima Trinidad.
"Retirar alhajas y joyas. Una Cofradía pretendía separarse de la parroquia del Sagrario, retirando las alhajas y joyas que a su imagen le pertenecían, lo cual motivó el conflicto"
Año 1683
El obispo Porras y Atienza anula la fiesta del voto
No tuvo mucha duración la fiesta que se constituyó con fecha del 9 de febrero de 1651 establecida como agradecimiento del pueblo de Ceuta a su Patrona por el cese de la grave enfermedad que aquejó la ciudad en la citada fecha y que tan graves daños produjo entre la población.
El Obispo Porras en su Visita Pastoral, posiblemente de despedida de la diócesis, ordena una supresión radical de fiestas y entre ellas la del VOTO dedicada por su pueblo a su Patrona.
Años más tarde, será el Obispo Vidal Marín en 1702 el que suprimirá el ayuno que se realizaba por igual motivo y que se hacía el 8 de febrero.
Su antecesor el Ilmo. Sr. Porras como hemos indicado en su pastoral visita de 1683 había hecho una supresión radical de fiestas, de suerte que fuera la del 9 de febrero en honor de Nuestra Señora de África, instituida por el VOTO de la Ciudad en 1651 con motivo de la epidemia que la diezmó, estando la Sede Episcopal vacante por el fallecimiento del Ilmo. Gonzalo de Silva ocurrida a 26 de febrero de 1645. Pocos años pues duró esta fiesta de carácter preceptivo, en cambio la obligación del ayuno el día 8 de febrero subsistió hasta 1702 en que fue suprimida por el Ilmo. Sr. Vidal Marín.
Año 1688
La ermita de Sta Mª de África permanece como Catedral
En sus escritos, el Sr. Gómez Barceló expresa que siendo el día 24 del mes de marzo de 1690 y celebrándose la Semana Santa, el Viernes Santo se procesionó la imagen del Santo Entierro de nuestra Redentor Jesucristo. Fue presidiendo el Excmo. General D. Francisco Bernardo Barona (Gobernador de la ciudad desde 1689 a 1692), y llegaron a la “Ygla De nra Sra. de África”, que ahora sirve de Cathdl.” De esta manera sabemos que aún se usaba de catedral la ermita. Durante la Semana Santa en aquellos lejanos días y en aquella ciudad guerrera se celebraban los actos religiosos con cierto boato, y la imagen de Cristo muerto iba colocada para procesionar en una “tumbiña”.
Año 1692
Capitán General de Ceuta, D. Sebastián Gonzáles de Andía
El Sr. García Cosío, el que fuera cronista oficial de esta ciudad durante un dilatado espacio de tiempo de su vida. expone que al dar comienzo el cerco que soportó la plaza, llevado adelante por Muley Ismail, que tanto hizo sufrir durante treinta y tres años a la ciudad.
En esta cita, el Sr. Cosío informa que el nuevo gobernador ofreció el “Bastón o Áleo” a la Santísima Virgen de África en esta misma fecha.
D. Sebastián González de Andía y Rarazábal Álvarez de Toledo y Henríquez de Guzmán, Marqués de Valparaiso. Durante su gobierno pusieron sitio los marroquíes por primera vez como tales a la Ciudad. Decimos esto, puesto que las anteriores escaramuzas y pretensiones d ocuparla, las hacen los musulmanes sin tener una unidad nacional que se produce en 1672 bajo Muley Ismail que es el que pone sitio en cuestión. Terminó el fuerte del “Desnarigado”, construyó el de San Amaro y repasó la muralla de la Almina. Para los contínuos combates mandó fuerza de auxilio el Rey de Portugal Pedro II.
Es el primero en que detectamos que ofrece el «BASTÓN DE CEUTA» o «ÁLEO» a la Virgen de África.
A medida que iba pasando el tiempo, la gente se encontraba preocupada por quien le atacaría primero, si los musulmanes o los ingleses. Estábamos prácticamente rodeados por dos fuertes ejércitos: de una parte, el inglés por el mar, con su poderosa escuadra y de otra los musulmanes por tierra. Estos últimos serán los que cercarían la ciudad por el continente en 1694. Aún así, dio tiempo de pedir socorro y mantener el enclave. Durante treinta y tres años los musulmanes se mantuvieron firmes en el cerco.
El Marqués de Valparaiso, sin perder tiempo dio aviso a la Corte del peligro a esta ciudad, pidiendo urgente socorro al Gobernador Militar de Gibraltar y demás plazas de Andalucía, armó el mayor número de paisanos y eclesiásticos que pudo, y todos se pusieron a la defensa y en la protección de su venerada Patrona la Virgen de África.
Año 1695
Construcción del Cuerpo del Santuario de la Virgen de África
Se carece de documentos o escritos que nos proporcionen datos de la fecha de la demolición de la ermita (aunque hay autores que no contemplan su demolición), (pues como indicamos en la colaboración anterior se recoge que el Prelado D. Vidal Marín, mandó hacer una importante reparación en sus bóvedas en el año 1695 y la construcción del panteón).
Continuando por lo expuesto al principio sobre la demolición de la “ermita”, ¿quien fue la persona que la proyectó y la encargada de edificar la nueva Iglesia de Santa María de África?.
Se tiene conocimiento por Correa de Franca que en estas fechas se encontraban en esta ciudad los maestros Diego Peralta y Juan de Ochoa, construyendo murallas y baluartes. El segundo de los nombrados según se ha comprobado, también está llevando a cabo la construcción de la Catedral. En 1696 llegó el ingeniero D. Pedro de Borras, sujeto reputado de mucha inteligencia. Cualquiera de estos tres pudo haber sido el maestro de obras de esta edificación.
Correa de Franca, que tantos datos contemporáneos nos dejó en su “Historia de Ceuta”, no nos da ningún tipo de explicación sobre este evento, ni siquiera donde se ubicó la “Imagen de Nuestra Señora de África”, mientras permaneció la obra de la construcción del nuevo cuerpo y el panteón.
Por las noticias que se conocen de estas fechas, existe la posibilidad que al encontrarse el cuerpo de la Iglesia de la Virgen de África amenazando ruina, la imagen fue trasladada a la ermita del Valle, como igualmente se hizo con el Cabildo Catedral que estaba desplazado en la Iglesia de África.
El Sr. Gómez Barceló, es quien nos informa sobre el periodo de tiempo en que la “ermita” de Nuestra Señora de África fue derribada, se edificó y se concluyó. Este autor también nos corrobora que el Cabildo pasó a la Ermita del Valle. Donde debió de permanecer desde 1694 a 1703, años aproximados que duró la construcción de la ermita y por lo tanto sirvió de catedral.
Cuando en 1694, Muley Ismael impone a Ceuta un nuevo cerco, las obras de la Santa Iglesia Catedral se paralizan. Sufriendo los rigores del fuego de la artillería enemiga. Así el 9 de noviembre de 1695, al tomar posesión de la Diócesis D. Vidal Marín, ve la difícil situación para concluir la Seo, determinando reformar la Iglesia de África para que se ocupase su lugar. En tal coyuntura, el Cabildo pasaría a la Iglesia del Valle, mientras se renovaba la Capilla, mejoraban y construían las bóvedas -una de las cuales es hoy el Sagrario- y se construía el “Panteón” en donde se ordenaría ser sepultado años más tarde, siendo necesario trasladar sus restos desde Madrid, donde finalizarían los días como Inquisidor General del Reino. A él se debió también la supresión del ayuno del 8 de febrero, víspera del VOTO instituido en 1651. En su reforma se colocaron imágenes y se mandaron tallar un retablo mayor y colaterales, de cuya instalación no hay constancia.
En la próxima colaboración, ya correspondiente a siglo XVIII, trataremos lo escrito por el Padre D. Alejandro Sevilla, con respecto a la construcción del Santuario de Santa María de África.
Año 1695
Lucha entre cristianos y musulmanes
Ya en 1695 se lucha con fuerza contra los musulmanes que nos tienen sitiados. Es una guerra dura y psicológica. Nuestros soldados son ampliamente superados en número. Para ello y con ellos tenemos a los eclesiásticos que con sus signos y con alocuciones alegóricas a la religIón les empujan al combate, como queda en esta cita expresado. Incluso vemos que el apoyo y el auxilio de nuestra Patrona Nuestra Señora de África son invocados en estos combates.
Año 1696
Se cubre la techumbre de la Ermita de la Virgen de África con tierra
Ya en 1695 se lucha con fuerza contra los musulmanes que nos tienen sitiados. Es una guerra dura y psicológica. Nuestros soldados son ampliamente superados en número. Para ello y con ellos tenemos a los eclesiásticos que con sus signos y con alocuciones alegóricas a la religIón les empujan al combate, como queda en esta cita expresado. Incluso vemos que el apoyo y el auxilio de nuestra Patrona Nuestra Señora de África son invocados en estos combates.