La asociación Ceuta Acoge realiza una importante labor con las mujeres marroquíes con la finalidad de alcanzar su inclusión en la sociedad ceutí y el desarrollo de su autonomía personal. Para lograrlo, llevan a cabo diferentes proyectos y uno de ellos es el relativo a las clases de español y alfabetización.
Son muchas las mujeres que se han unido al mismo. Y es que, en variados casos, no han tenido la oportunidad de ir a la escuela y no saben ni escribir su propio nombre.
Estas clases son para estas mujeres como un soplo de aire fresco. Una segunda oportunidad para aprender, hacerse más independientes y tener más autonomía en su día a día.
Zohra Oulad, Malika Aayan y Saida Benyaala dan lo mejor de sí mismas para exprimir al máximo esta oportunidad que les brinda la vida.
“Estoy contenta de saber escribir. El año pasado ya estuve aquí y vamos a empezar de nuevo. Tengo que aprender para poder hacer muchas cosas”, expresa una ilusionada Zohra Oulad.
Por su parte, su compañera Saida Benyaala quiso compartir que, aunque ella lleva ya muchos años viviendo en Ceuta, “no sé nada de letras. ¿El problema? Que voy al médico o hago la compra y no sé nada. Tiene que venir alguien siempre conmigo porque no puedo ir sola”.
De ahí su empeño apara aprender y ser más independiente, algo que es más fácil gracias a su profesora, “quien nos ayuda mucho. Yo antes nunca había cogido un lápiz. Nunca había escrito mi nombre ni mi número y ahora voy aprendiendo”, ha añadido. “Sé que puedo y poco a poco cada día voy aprendiendo más gracias a este sitio y a la maestra también”.
Ellas ya habían formado parte de este proyecto, aunque había quien iba por primera vez. Por ejemplo, Malika Aayan, quien contaba que “hoy es el primer día y estoy contenta. Yo sé hablar, pero no sé escribir y lo necesito porque si el día de mañana tenemos que escribir algo, tengo que aprender”.
Para Lola Fernández, tesorera de Ceuta Acoge y una de las pioneras de este proyecto, estas mujeres son un ejemplo. Mujeres valientes que luchan para lograr ser más independientes.
Fernández ha señalado que este curso “lo enfocamos más a la comunicación que a la gramática porque ellas, en este caso, necesitan aprender y tener habilidades lingüísticas porque en su día a día lo necesitan. Necesitan desenvolverse en su trabajo, comunicarse con la persona que están atendiendo… y para ellas es importante hacer bien su trabajo”.
A través de diferentes técnicas muy dinámicas, consiguen aprender a escribir y leer. Aunque lo que de verdad lo hace posible, son las ganas que les ponen.
Todas ellas “son mujeres muy inteligentes, solo que no saben el idioma. Le ponen muchas ganas, son muy agradecidas, se esfuerzan muchísimo y eso te da a ti fuerza para seguir enseñando, porque esto no es un capricho, es una necesidad real”, destaca Lola Fernández.
Además del español y la alfabetización, en estas clases las alumnas también aprenden contenidos transversales como el medio ambiente, geografía o igualdad de género. Todo desde un punto de vista que atraiga su atención.
A día de hoy, hay una larga lista de espera de mujeres que quieren unirse a este proyecto. Mujeres que apuestan por ellas mismas y que intentan crecer sin miedos ni límites, como esas mujeres influyentes de Marruecos cuyas fotografías están pegadas en la pared del aula para que no olviden que pueden lograr todo lo que se propongan.