El artista andaluz Pepe García presenta a las 20:00 horas 21 obras en el Museo del Revellín creadas bajo una técnica atrayente, la del pirograbado
A las 20:00 horas una muestra que firma el jerezano afincado en Ceuta Pepe García nos enseña una técnica atrayante, el pirograbado, mediante la exposición de una veintena de obras y que se ha titulado 'A fuego lento'. Permanecerá abierta al público hasta el 13 de abril.
–¿Qué podrá ver el visitante?
–Una exposición de cuadros poco común porque la técnica es utilizada de manera escasa. Se trata hacer cuadros mediante pirograbado o grabado a fuego y que, básicamente, consiste en quemar la madera con aparato eléctrico e ir dibujando.
–¿Cuantas obras expone?
–21. En casa me he dejado tres o cuatro cuadros más.
–¿Qué le ha inspirado a usted a la hora de crear?
–Lo que mi imaginación ha dictado. La mayoría de los cuadros son de cabeza, es decir, inventados, originales. Hay tres o cuatro que reflejan cabezas de animales, que son además con los que empecé, y ya está.
–¿Siguen un hilo conductor?
–No, cada cuadro es un mundo, no hay ninguno relacionado con el otro. Si acaso se podrá observar que hay bastante inspiración andaluza, que recuerda a mi tierra aunque mis hijos son caballas y yo llevo 29 años en Ceuta. Pero nací en Huelva y me crié en Jerez y eso queda ahí.
–¿De dónde surgió la idea de meterle mano a una técnica tan compleja y poco común?
–Mi padre hacía óleo y me transmitió el placer por la pintura. Encontré un aparato de pirografía olvidado en una habitación y me dio por cogerlo y hacer algún que otro dibujito y luego poco a poco fui perfeccionando, ensayando mucho y mejorando.
–¿Qué es preciso tener para hacer pirograbado?
–Es una técnica que exige mucha paciencia, que estés en absoluta calma. Hacer estos cuadros es una tarea muy trabajosa, de muchas horas. El pirograbado es una técnica que además no permite borrar, si te equivocas o quemas la madera más de la cuenta, estás perdido y el material ya sabes a dónde va: a la basura.
–¿Cómo es el aparato?
–Pequeño, como si fuera un soldador de estaño y al que se le pueden cambiar las puntas. Las hay planas o redondas y siempre incandescentes.
–¿Qué precio tienen los cuadros?
–No están en venta. Lo que sí se va a poder es solicitar y adquirir reproducciones en lona como si fuera para óleo que las hará una imprenta y valdrá poco.
–¿Dónde guarda los cuadros?
–En mi casa. Apenas hay espacio pero las paredes están muy bien decoradas (Risas).