Las continuas rectificaciones del desgobierno socialista provocan la inseguridad jurídica y la desconfianza económica. El Gobierno rectifica por tercera vez la financiación de los ayuntamientos, primero prohíbe pedir más créditos, luego lo permite hasta final de año, y ahora a algunos ayuntamientos los autoriza y a otros no, según laideologíapolítica de los dirigentes locales.
El Gobierno quería ampliar de 15 a 25 años el tiempo de cálculo de cotización a la Seguridad Social, lo que suponía una reducción de muchas pensiones, ante la alarma social, Zapatero tuvo que rectificar horas más tarde, una vez más se puede comprobar la debilidad del Gobierno de España, ya que lo único que hace es experimentar para descubrir la solución a los problemas, sin darse cuenta que la solución es mucho mas sencilla, la dimisión de Zapatero y de su Gobierno y convocando elecciones anticipadas, que los ciudadanos pudiéramos apostar por un gobierno fuente y solido, con ideas y soluciones para todos los españoles, como seria un gobierno con el Partido Popular.
La errática política socialista ahuyenta a los inversores extranjeros. ña cae al 20 puesto mundiales en inversión extranjera recibida, tras un desplome del 80%, según la ONU. En los últimos dos años de desgobierno, España ha perdido 45.000 millones de euros de inversiones extranjeras.
España necesita un gobierno que gobierne. El gobierno provisional e interino de Zapatero tiene a sus ministros dedicados a batallas internas en el Partido Socialista Obrero Español o pidiendo marcharse. El Ministro de Trabajo se dedica a buscarse un hueco en la política catalana, olvidándose de los más de 4 millones de parados y de la reforma laboral. La ministra Garmendia, que se supone que traería un nuevo modelo económico basado en la innovación, dice que dimitirá en cuanto le dejen. La ministra de Sanidad ahora lucha por el poder en el Partido Socialista Obrero Español de Madrid. Ahora los viajes oficiales los hace Pajín en lugar del ministro de Exteriores. Está claro que en España no hay Gobierno. Llevan mucho tiempo negando que sobran ministros y ahora resulta que Zapatero no sabe qué hacer con todos ellos.
El desgobierno socialista desespera a nuestros jóvenes y deja a España sin oportunidades para los emprendedores. No hay ningún país europeo con más paro juvenil, 4 de cada 10 jóvenes españoles quieren trabajar pero no pueden hacerlo. España también lidera el ranking de precariedad laboral de Europa junto a Polonia, según la OCDE. El desfase entre la titulación obtenida y el nivel de empleo crece de forma alarmante y hace aumentar la falta de cualificación. Un 14% de jóvenes en España ni estudian ni trabajan y la falta de competitividad de la economía provoca la huida de los emprendedores.
Lo único que les falta a los desempleados es ser los conejillos de indias del Gobierno de Zapatero, que ha perdido el norte, al asegurar que nuestra alta tasa de paro es una oportunidad para que España sea el “laboratorio de las políticas sociales de la UE”. Las declaraciones del presidente del Gobierno son un insulto y una falta de responsabilidad frente a los desempleados, es otro paso más de desprecio a los parados en la que está inmerso Zapatero ante la gran escalada de política antisocial. Zapatero dice que la crisis nos está dando una distinta visión de lo que es una persona desempleada y de lo que es una persona empleada. En España, como cualquier otro país del mundo, el empleado es el que puede trabajar y el desempleado el que no puede. Lo que debe hacer un gobierno es poner en marcha políticas que sean eficaces, que deje de subir los impuestos y que permita al Parlamento que devuelva a los pensionistas aquello que Rodríguez Zapatero les ha quitado, en referencia a la congelación de las pensiones adoptada por el Ejecutivo. El Partido Popular recurrirá ante el Tribunal Constitucional el veto del Gobierno a que se pueda debatir en el Parlamento la congelación las pensiones, una decisión injusta e ilegal. Zapatero no puede hurtar al Parlamento la posibilidad de devolver a los pensionistas lo que les ha quitado. Los populares van a seguir defendiendo, durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que no procede este recorte. Y pedirán apoyo a otros grupos políticos para el debate de la enmienda correspondiente. La política antisocial cada vez es más una marca de identidad de las políticas económicas del Gobierno de Zapatero.
Zapatero desprecia al Congreso y a la sociedad para imponer su recorte social contra los pensionistas. El gobierno socialista ha perdido hasta 4 votaciones en el Congreso que exigen a Zapatero no congelar las pensiones en 2011. Toda la oposición, trabajadores, sindicatos y empresarios están en contra del recorte social de Zapatero. La reforma de las pensiones incumple la Ley y el Pacto de Toledo. Las pensiones dejarían de regularizarse según el coste de la vida, tal y como obliga la legislación y el Pacto de Toledo. Una vez más, los españoles pagan las consecuencias del histórico déficit público al que el gobierno ha condenado al Estado y a sus instituciones. Zapatero tiene que dejar de subir los impuestos y permitir al Parlamento devolver a los pensionistas aquello que les ha quitado. Se burla de los desempleados. Dice que un parado que está formándose no está en el paro sino que trabaja para España. El Gobierno socialista se empeña en maquillar los datos del paro en vez de resolverlo. El paro cuesta ya al Estado y a las empresas 50.000 millones de euros. Zapatero propone a España como laboratorio de políticas sociales cuando 6 de cada 10 nuevos parados europeos son españoles. La eurozona tiene 4 millones de nuevos parados desde el inicio de la crisis, de los cuáles 2,5 millones son españoles. El gobierno socialista ha convertido a España en el segundo país del mundo en cifras absolutas de parados.