El cuerpo de Zahra, la mujer de origen marroquí asesinada presuntamente por su expareja en una finca agrícola de Moguer (Huelva), será repatriado en los próximos días a Marruecos.
Según ha publicado huelva24.com, la empresa en la que trabajaba y vivía, Mazantine, ha anunciado que se hará cargo de los gastos del traslado, un gesto que ha sido recibido con enorme gratitud por parte de sus compañeros y de la comunidad marroquí en la provincia.
La noticia ha aportado algo de consuelo a un entorno profundamente conmocionado, que ya había iniciado una colecta solidaria para reunir fondos con los que costear el viaje y ayudar a la familia de Zahra a repatriar su cuerpo.
“Era una mujer trabajadora, discreta y muy buena compañera”, cuentan entre lágrimas quienes compartieron con ella años de faena en el campo.

Un crimen que sacude a Moguer
Zahra, de 47 años, trabajaba en el sector agrícola onubense desde 2009 y residía en la finca Mazantine, donde fue hallada sin vida el domingo.
Su cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca, y las primeras pesquisas apuntaron rápidamente a su expareja, un hombre de 56 años y nacionalidad burkinesa, como presunto autor del crimen.
El detenido fue arrestado por la Guardia Civil pocas horas después y permanece a disposición del Juzgado de Instrucción de Moguer.
Según fuentes de la investigación, fue la hija de Zahra, de 23 años, quien alertó a los agentes tras encontrar el cuerpo de su madre. Ella misma habría contado que su expareja había amenazado a Zahra días antes, al enterarse de que la mujer planeaba volver a casarse con otra persona.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmó este lunes la naturaleza machista del crimen. Zahra es la víctima número 34 por violencia de género en España en 2025, la número 11 en Andalucía y la 1.329 desde 2003, cuando comenzó a elaborarse la estadística oficial. En lo que va de año, 13 de las víctimas eran extranjeras, como ella.

Sin denuncias previas, pero con amenazas
Desde la Subdelegación del Gobierno en Huelva se ha informado de que no existían denuncias previas por maltrato ni la víctima figuraba en el sistema Viogén, la base estatal de seguimiento de casos de violencia de género. Sin embargo, su hija sí había relatado amenazas recientes por parte del agresor.
La subdelegada del Gobierno, María José Rico, expresó su consternación durante el minuto de silencio celebrado este martes: “Ha sido todo muy triste, muy conmovedor, y por tanto debemos condenar enérgicamente esta violencia estructural que nos arrolla. Pedimos siempre la colaboración ciudadana para impedir estos atentados que destrozan familias y vidas”.
Por su parte, Laura Sánchez, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Huelva, explicó que desde el primer momento se activaron los recursos de atención psicológica de emergencia para asistir a la hija de Zahra y a su entorno más cercano. “Se encontraba en estado de shock y bloqueo total tras encontrar el cuerpo de su madre”, detalló.

Condena unánime y duelo colectivo
La conmoción en Moguer ha sido total. Este martes, el municipio se paralizó durante un minuto de silencio en memoria de Zahra, encabezado por el alcalde, Gustavo Cuéllar, quien subrayó: “Moguer hoy es un pueblo que se siente agredido por parte de un presunto asesino que nos ha golpeado vilmente”.
El alcalde recordó que Zahra llevaba 17 años viviendo en Moguer y hacía poco había traído a su hija para vivir con ella. “La violencia de género no entiende ni de raza, ni de religión, ni de edad, ni de condición”, afirmó Cuéllar, antes de confirmar que la víctima no era usuaria del Centro Municipal de Información a la Mujer.
El Ayuntamiento, añadió, mantiene coordinación con los recursos autonómicos y estatales para ofrecer apoyo a la familia y a las compañeras de trabajo de la fallecida.
También el delegado del Gobierno andaluz en Huelva, José Manuel Correa, trasladó “la repulsa y las condolencias al entorno y los familiares de la víctima”, recordando que “acabar con esta lacra es una tarea que debe implicar a toda la sociedad”.
Una vida de esfuerzo
Zahra había llegado a España en 2009 en busca de un futuro mejor. Trabajadora incansable, había logrado un empleo estable en la finca Mazantine, donde se ganó el cariño de sus compañeros y del vecindario. Su entorno la describió como una mujer alegre, generosa y profundamente dedicada a su hija.
Ahora, la comunidad marroquí de Huelva y los vecinos de Moguer se preparan para darle una despedida digna. La empresa Mazantine cubrirá los gastos de repatriación del cuerpo a Marruecos, donde será enterrada junto a sus padres.
Con su muerte, Zahra se suma a una larga y dolorosa lista de mujeres víctimas de la violencia machista en España. En Andalucía, ya son 278 las mujeres asesinadas desde 2003.
El Ministerio de Igualdad insiste en la necesidad de reforzar la detección temprana de casos y la protección de las víctimas, especialmente aquellas que, como Zahra, no habían denunciado previamente a sus agresores.
Mientras tanto, Moguer sigue de luto, y el nombre de Zahra se suma a los de tantas mujeres cuya ausencia recuerda, cada día, que la lucha contra la violencia de género sigue siendo una urgencia social y moral.






