Hasta seis jóvenes yemeníes, uno de ellos menor de edad, cruzaron este lunes a nado el
espigón del Tarajal llegando al arenal enfundados en trajes de neopreno. El grupo iba acompañado de un sirio y todos ellos fueron interceptados por funcionarios de la
Guardia Civil. La entrada se produjo en torno a las dos de la tarde y se requirió del desplazamiento de integrantes del ERIE de
Cruz Roja encargados de comprobar que se encontraban en buen estado de salud. Los jóvenes, de entre 14 y 32 años, manifestaron que llevaban varios meses de viaje hasta lograr el objetivo de cruzar el espigón para entrar en Ceuta.
El destino inicial de todos ellos pasa por su acogida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI,
en donde hay más compatriotas de esta nacionalidad que confían en su traslado a la Península, dentro de las marchas programadas prácticamente cada semana para que estén a cargo de oenegés al otro lado del Estrecho.
Desde la reapertura de la frontera, han sido muy pocos los inmigrantes que han entrado en Ceuta hasta llegar al grupo de ayer que, quizá, ha sido de los más numerosos registrados hasta este momento.
Bordear el espigón del Tarajal o hacer lo mismo con el de Benzú se convierte en la vía escogida por muchos jóvenes para escapar de las precarias condiciones de vida que se dan en Marruecos. Enfundados en trajes de neopreno, como los que emplean los buceadores, o a bordo de pequeñas embarcaciones buscan infiltrarse entre los bañistas o las embarcaciones de recreo que empiezan a hacerse más presentes.
El protocolo, siempre que se registra una entrada de personas, establece la activación de la Cruz Roja como entidad humanitaria, la Guardia Civil y la documentación y registro de huellas por parte de la Policía Nacional en Ceuta.