Ya todo es política. Entiendo que siempre lo fue, pero ahora es más evidente y bastante más asqueroso. El inicio de los traslados de menores a Marruecos ha evidenciado la peor de las caras de buena parte de los implicados. En Interior no saben ya ni lo que dicen: que si ellos no ordenaron nada... pero resulta que lo defienden y así queda recogido en un mail interno mandado a Delegación del Gobierno; que si ellos están muy bien con los demás socios del equipo... y resulta que los cuchillos vuelan como nunca; que si todo es legal... pero a la primera de cambio le dejan con el ‘culo al aire’ a la Ciudad como si aquí el alcalde Vivas fuera una especie de mosquetero capaz de liderar una operación histórica de devolución de menores a Marruecos porque él lo vale.
El PP no se queda atrás. A nivel nacional, claro, porque en Ceuta ese partido no existe. Salen a la palestra para reprochar a Marlaska el poco respeto por la ley en la devolución de menores. ¡Ellos!, el PP hablando de poco respeto por la ley. Necesitan con urgencia rabillos de pasas para recordar lo que su propio partido ha hecho siempre con los inmigrantes, adultos y menores, en Ceuta. Igual, con mucho esfuerzo, se ponen colorados ante la imposibilidad de esconder sus propias vergüenzas. Yo les puedo recordar algunos momentos históricos como las expulsiones de los niños que llamaban ‘mofetas’ y el castigo a los valientes policías que se atrevieron a denunciar lo que pasaba. O cómo los subsaharianos llegaban a la plaza de África en busca del calor cristiano del padre Béjar -no de los hipócritas de la Conferencia Episcopal- y eran sorprendidos por agentes de Información para llevarlos a la frontera... O cómo los gestores políticos del PP han sido testigos de expulsiones sumarias -esas sí que lo eran- por el vallado y rápido rápido, por si las moscas.
Así que el PP es el menos indicado para dar lecciones de cumplimiento de la ley en las repatriaciones o para hablar de cómo se las gasta el Ministerio del Interior.
Es tanto lo que se está diciendo, tanto ruido en exceso lo que se está generando que a una ya nada le asusta ni lo que ve ni lo que lee. Pero sí que a toda esta hilera de autores y defensores de la ley les debería dar cierta vergüenza el espectáculo que nos están ofreciendo. Aunque nos digan, nos cuenten, nos machaquen con el interés del menor. Dudo que lo conozcan y dudo, realmente, que les interese.
A parte de Ya es política, también ya es todo posible, estos chicos si no vuelven, lo harán otros, no es porque quieran, es que las circunstancias obligan, se llenarán páginas