Un grupo de 11 voluntarias de Sevilla, de la Asociación Juvenil Entrepuentes, perteneciente al Opus Dei, han amenizado la semana de los usuarios de Cruz Blanca de Ceuta realizando actividades tanto dentro como fuera del centro.
Estas chicas han estado haciendo voluntariados durante todo el curso y el broche de oro lo han puesto en Ceuta, en Cruz Blanca, con el objetivo de seguir dedicándose a los demás en verano, así lo ha especificado Blanca De Ugarte, responsable de grupo de la Asociación Juvenil Entrepuentes.
Ugarte junto a dos alumnas preuniversitarias ha contado su experiencia durante esta semana en compañía de las personas mayores que tanto necesitan un soplo de aire fresco.
Asimismo, Carlota Morales, estudiante preuniversitaria perteneciente a la Asociación Juvenil Entrepuentes, ha señalado que “hemos dado paseos, hemos ido a la playa, hemos visto la zona céntrica de la ciudad, y el otro día hicimos un vídeo muy chulo para promocionar el voluntariado”.
También han jugado al bingo, han aprendido las sevillanas propias de la tierra de las voluntarias, han hecho murales, actividades de pintar y manualidades. Igualmente ha habido oportunidad para una visita al Parque Marítimo.
Las chicas están seguras de que todas las personas mayores agradecen este tipo de actividades ya que les saca de la rutina.
Además, han comentado que las han recibido con mucha ilusión y con un sentimiento muy familiar. Les han pedido que vuelvan el próximo año.
"Lo que me han dicho es que nuestra visita es un soplo de aire fresco para ellos. Pues al final somos gente joven que viene a interesarse por ellos, por sus historias, qué tiene cada uno para enseñarnos", han recalcado.
Un soplo de aire fresco de juventud y cariño que ambas partes se llevan en sus corazones.
Durante la jornada del sábado, voluntarias y usuarios estuvieron grabando un vídeo destinado a una persona enferma que está hospitalizada en Sevilla con la que los miembros de Cruz Blanca pudieron colaborar en una acción solidaria como la que están recibiendo por parte de estas chicas.
“Nosotras creemos que podemos ver a Cristo en cada una de estas personas, el estar cerca de ellos y cuidarlos es tener un contacto directo con lo que para nosotras es lo más importante; tener un contacto directo con la fe y el señor”, ha comunicado Morales.
Estas chicas recomiendan esta experiencia al mundo entero, ya no solamente por ayudar a los demás, sino por todo lo que se recibe. “Es una alegría para el alma”.
Maricruz Mora ha relatado que, aunque todas las voluntarias vienen con la intención de ayudar y servir todo lo que puedan, al final son ellas las que se llevan una maleta llena de consejos, de cariño e historias que cada uno de las personas mayores les cuenta, lo que les sirven de aprendizaje.
Todas ellas han calificado esta experiencia de "única y maravillosa" y esperan volver pronto, ya que han asegurado que esta semana se les ha pasado volando”.
Ugarte ha querido agradecer a Cruz Blanca y a la iglesia de los Remedios, espacio en el que han tenido su retiro espiritual cada mañana mediante meditación y la santa misa, así como a la UNED, donde han residido y han recibido un trato maravilloso.
En cuanto a los usuarios de Cruz Blanca, ellos también han compartido cómo se lo han pasado durante esta semana con las chicas.
"Me lo estoy pasando como nunca, porque han venido de varios lugares, pero esta gente de Andalucía para mí, son las mejores. Son estupendas, muy amables y cariñosas, y eso gusta", ha indicado Inés Blanco, usuaria de Cruz Blanca.
Teresa Molina, otra de las residentes, ha relatado que se lo ha pasado muy bien y que son todas maravillosas. "Su visita es maravillosa para todas las personas mayores, porque aquí no lo podemos hacer cuando uno quisiera".
Por su parte, Ana Rodríguez, usuaria del centro, ha comentado que todos los días se lo ha pasado muy bien, que ha estado distraída y agradece mucho su visita.
Las once chicas han quedado encantadas y esperan volver pronto, pues esta semana les ha sabido a poco y les ha llenado el alma de recuerdos maravillosos.
Sin duda, una labor que cura el alma, que llena los corazones de nuestros mayores y que sirve de mucho para que aquellos que puedan llegar a sentirse solos, disfruten de unos días en una compañía llena de alegría.