Vivas apela “al consenso político” en el 46 aniversario de la Constitución

El Salón del Trono del Ayuntamiento de Ceuta ha acogido este viernes los actos oficiales del aniversario de la Constitución. 46 años nada menos, 46 años de una Carta Magna que supone, tal y como ha concretado el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en su discurso oficial, “una rotunda apelación al encuentro, al abrazo fraternal, a la mano tendida, a la unidad en los momentos difíciles, a la solidaridad”.

Sin olvidar la tragedia de Valencia, cuyo dolor es compartido por Ceuta, Vivas ha compartido el “deseo de una pronta recuperación en todos los aspectos”, así como “el apoyo incondicional” de Ceuta “a cuantas medidas tengan que adoptarse para, lo antes posible, ayudar a los damnificados, reparar los daños y reconstruir lo perdido”.

“Una tragedia”, ha reseñado Vivas, “que, desde la perspectiva de la Constitución, ha puesto en evidencia algunas cosas que considero de significada relevancia”.

“En un Estado descentralizado y complejo, como el que establece nuestra Constitución, la lealtad institucional resulta clave para su buen funcionamiento; lealtad institucional siempre pero, sobre todo, en situaciones de emergencia como la vivida, donde sólo cabe actuar de manera inmediata y coordinada, empleando todas las capacidades y recursos disponibles con independencia de cual sea la administración competente, sumando esfuerzos y pensando exclusivamente en el interés general, en los afectados, en las personas”, ha puntualizado.

“Una lección que, por dolorosa e irreparable, no podemos ni debemos olvidar: cuanto mayor sea el desafío, cuanto más grave la situación, mayor tiene que ser la voluntad de colaboración institucional y entre administraciones”.

España como “patria común”

Vivas ha hecho hincapié ante las autoridades presentes en la importancia de España, como “patria común e indivisible de todos los españoles, la piedra angular de la Constitución, no es ningún ente abstracto; es una realidad palpable e incontestable; es, como tantas veces decimos, el suelo que pisamos, el sol que nos alumbra, el mar que nos abraza; el hogar, la lumbre, el pan, el vecino, el hermano, el amigo; el rico y diverso patrimonio histórico, cultural y artístico que compartimos; el legado recibido, lo que está porvenir, la esperanza”.

“Pero no sólo la tragedia, insisto, ha puesto en evidencia que, además de todo esto, España es un sentimiento de pertenencia, un sentimiento que se hace muy patente en la desgracia, en la adversidad, y que se manifiesta en forma de solidaridad, solidaridad en todos los rincones de nuestra geografía, generalizada, intensa, para lo que sea menester, sin distinción de edad, procedencia, estatus o cualquier otra condición. Un país de buena gente”.

“Esa buena gente que será la principal valedora para que Valencia, nuestra querida Valencia, salga adelante, para que Valencia siga ofrendando nuevas glorias a España, cantos de amor, himnos de paz. En fin, nuestro reconocimiento y apoyo a la multitud de servidores públicos y voluntarios por el ejemplo de entrega que han dado y siguen dando ante tanto dolor y devastación”.

La celebración del aniversario de la Constitución sigue presente, con motivos más que justificados por lo que ha supuesto para España.

“Su aprobación”, ha recordado Vivas, “representa el pacto de reconciliación nacional más determinante y fecundo de nuestra historia; el marco que ha propiciado el mayor periodo de estabilidad, progreso y bienestar que España ha conocido; el descubrimiento del consenso como un recurso que fortalece el acuerdo y reporta tranquilidad; la apertura, en fin, de un tiempo de libertad, de emprendimiento, de creatividad, la ventana abierta que la sociedad española necesitaba para volar alto, para soñar a lo grande, para abandonar complejos, tópicos y temores”.

“La Constitución y sus cimientos, los pilares del edificio. No se puede, es hipócrita, afirmar que se respeta y defiende la Constitución y, al mismo tiempo, no respetar ni defender los principios y valores que la sustentan como la unidad de España y su rica diversidad, la soberanía nacional, el imperio de la ley y la independencia de la Justicia, la solidaridad como herramienta imprescindible para la cohesión social y territorial, la monarquía parlamentaria, la libertad, en cualquiera de sus manifestaciones, la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan, sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, credo, sexo o cualquier otra condición o el compromiso innegociable con la defensa de los derechos humanos y de la dignidad de la persona”, ha sentenciado el presidente.

El sentido del deber, sin miramientos políticos

Pareciera que Vivas hubiera extrapolado la situación que se vive con el nulo acuerdo en materia de menores a la celebración constitucional, de acuerdo a lo deslizado en su discurso oficial.

“De acuerdo con su espíritu” la Constitución marca “en política, integridad y sentido del deber: hacer lo correcto, aunque no reporte popularidad ni votos; actuar de manera responsable en los asuntos de Estado; tener claro que las instituciones sirven y representan a todos los ciudadanos, que no pertenecen a ningún partido, a ninguna ideología”, ha despachado el presidente.

“Estos son los pilares, conviene no olvidarlo para no poner en riesgo la seguridad del edificio, lo mucho que juntos y unidos hemos conseguido; reitero, el mayor periodo de libertad, estabilidad, progreso y bienestar que España ha conocido”.

“Tampoco conviene olvidar que, de acuerdo con la Constitución, con sus principios y fundamentos, es deber de los poderes públicos y de las instituciones del Estado, velar por un desarrollo territorial equilibrado y justo, lo que exige prestar una especial atención a aquellos lugares donde existan más dificultades para dicho desarrollo”, ha indicado.

Y es aquí donde Vivas se ha ceñido a la realidad de la propia Ceuta, en donde “concurren una serie de condicionantes, riesgos y amenazas sin parangón en el resto de España, salvo el caso de Melilla; condicionantes, riesgos y amenazas que, por su naturaleza y envergadura, sólo pueden ser contrarrestados por el Estado a través de una estrategia decidida, enérgica y continuada en el tiempo”.

“Una estrategia que considero debe estar basada en siete ejes prioritarios: que la frontera esté bien dotada, sea segura y funcione conforme a su condición de frontera exterior de la Unión Europea, tanto en el tránsito de personas como de mercancías y que la presión migratoria no desborde las capacidades objetivas de acogida de nuestra Ciudad, según su tamaño, así como que, en el caso de los menores, dicha presión no ponga engrave riesgo la estabilidad y equilibrio presupuestario de la institución, como ahora ocurre”.

A esos ejes se suman más como “que el modelo económico esté orientado en la dirección de más España y más Europa, que la calidad de la Sanidad, de la Educación y del resto de servicios y suministros esenciales; las oportunidades de empleo; los indicadores de inclusión social; y las posibilidades de acceso a la vivienda, sean equiparables a las medias nacionales, o que la presencia del Estado sea vigorosa en las áreas de Defensa, Cuerpos de Seguridad y Justicia. Transmite confianza, favorece el arraigo, genera renta y empleo”.

También Vivas ha aludido a que “la hacienda de la Ciudad esté compensada, de manera suficiente, por los mayores gastos derivados del reducido tamaño, la extrapeninsularidad, la falta de recursos naturales y las acusadas necesidades sociales y que se fomente, desde cualquier ámbito, la unidad de los ceutíes en lo fundamental, así como el respeto, comprensión y aprecio de nuestra realidad multicultural, frente al discurso de la división, el enfrentamiento o la segregación”.

La garantía de la protección del Estado

Vivas ha apelado a que “ningún asunto vital para el porvenir de Ceuta dependa de terceros, que sea el Estado el garante de la seguridad, estabilidad, prosperidad y cohesión social de nuestra ciudad, del bienestar de los ceutíes”.

“Al servicio de esta estrategia, se han producido notables avances, el cable de conexión eléctrica con la península; el proyecto para la mejora de las infraestructuras afectas a la Defensa y la consiguiente cesión de suelo a la Ciudad por parte de dicho Ministerio; la exigencia de visado y un mayor orden en la frontera; los pasos alentadores que se están dando en la industria digital y en el Puerto…, pero todavía es mucho el camino que queda por recorrer hasta alcanzar la meta”, ha reseñado.

“Para ello, para alcanzar la meta, se han de cumplir tres condiciones: la voluntad por parte de quienes pueden y deben: el Gobierno de la Nación y las Cortes Generales, un amplio consenso político y social y la complicidad, entendimiento y colaboración entre gobiernos y administraciones, al margen de colores políticos”, puntualiza.

El presidente de la Ciudad ha hecho hincapié en la necesidad de “preservar un clima de diálogo y colaboración entre gobiernos y administraciones, al margen de siglas o colores políticos, que obedece a una única intención: ser consecuentes con la naturaleza de los apuntados riesgos y amenazas, con las debilidades de nuestra ciudad y poner el interés de Ceuta por delante de cualquier otro”.

“Eso sí, un ambiente de entendimiento y colaboración que tampoco nadie debe confundir con la sumisión, la lealtad institucional también implica, en beneficio del interés de Ceuta, reivindicar y denunciar lo que proceda, cuantas veces sea preciso y con la intensidad que sea precisa”.

“Hoy celebramos la Constitución de una manera solemne e institucional, pero quiero significar, por ser cierto, que si existe un lugar en el conjunto de España donde algunos de sus más significados principios y valores formen parte del paisaje, de la realidad cotidiana, ese lugar es Ceuta”, ha reseñado.

Ceuta como tierra en la que prevalece “el servicio y el amor a España como rasgo de personalidad, un sentimiento compartido por todos los ceutíes, recen como recen y se llamen como se llamen”.

Tierra en la que “el compromiso irrenunciable con la defensa de nuestra integridad y soberanía; un espíritu forjado a base de coraje y valor para resistir, de capacidad para adaptarse a los cambios y para superar dificultades, retos y desafíos; y aquí el cariño y la admiración a nuestras Fuerzas Armadas y a nuestros Cuerpos de Seguridad, cariño y admiración por el ejemplar desempeño de la misión que la Constitución les encomienda”.

“Aquí, el respeto y la convivencia entre personas de diferentes credos, culturas y orígenes, como una manera de ser y de vivir, de vivir compartiendo; y como clave, el imperio de la ley, igual para todos”, ha completado.