El titular del juzgado de instrucción número 5 dejó ayer visto para sentencia el caso seguido por la muerte, en mayo de 2008, de un trabajador de Obimace mientras desarrollaba labores de recogida de cartonaje en el polígono del Tarajal. El juicio se extendió hasta casi las seis de la tarde, contando con las declaraciones de inspectores de Trabajo, policías y compañeros del operario M.M.M., que fallecía a la edad de 51 años.
Como imputados en la causa se encontraban el capataz de Obimace y su administrador, para quienes el abogado de la Defensa solicitó la libre absolución al considerar que la muerte de este operario se debió a una negligencia por parte del fallecido. Mantiene así que debido a una imprudencia se produjo la muerte, aquel 3 de mayo de hace ya casi cinco años.
Por parte de la Acusación Particular y del Ministerio Fiscal, se considera que los hechos fueron constitutivos de una falta por imprudencia, solicitando una multa durante 40 días además de la oportuna indemnización para viuda e hijos cifrada en unos 300.000 euros. Entiende la Acusación que hubo una falta de evaluación de riesgos laborales además de una falta de formación en el manejo del dumper con el que estaba trabajando el fallecido.
La muerte de este trabajador se produjo por la tarde, cuando se encontraba realizando labores de recogida de cartonaje sin portar casco protector. Su cuerpo fue encontrado, ya sin vida, al lado de un dumper que estaba utilizando para esta labor. Las causas de cómo se produjo el accidente no fueron esclarecidas ya que no hubo testigos del hecho en sí, por lo que se barajaron una serie de conclusiones. En la jornada de ayer se llamó a declarar a policías que actuaron el día de los hechos, además de, entre otros, a inspectores de Trabajo que llevaron a cabo un informe sobre lo ocurrido.
Los propios compañeros de brigada del fallecido ya apuntaban a ‘El Faro’ nada más producirse los hechos, de que la causa de la muerte podía estar relacionada con un accidente y no por otro tipo de razones.
La causa que ha terminado con la celebración de la vista oral de este juicio ha sido calificada como una falta por imprudencia y no como un delito como sí se apreció al inicio del proceso que ha durado casi cinco años.
Como imputados en la causa se encontraban el capataz de Obimace y su administrador, para quienes el abogado de la Defensa solicitó la libre absolución al considerar que la muerte de este operario se debió a una negligencia por parte del fallecido. Mantiene así que debido a una imprudencia se produjo la muerte, aquel 3 de mayo de hace ya casi cinco años.
Por parte de la Acusación Particular y del Ministerio Fiscal, se considera que los hechos fueron constitutivos de una falta por imprudencia, solicitando una multa durante 40 días además de la oportuna indemnización para viuda e hijos cifrada en unos 300.000 euros. Entiende la Acusación que hubo una falta de evaluación de riesgos laborales además de una falta de formación en el manejo del dumper con el que estaba trabajando el fallecido.
La muerte de este trabajador se produjo por la tarde, cuando se encontraba realizando labores de recogida de cartonaje sin portar casco protector. Su cuerpo fue encontrado, ya sin vida, al lado de un dumper que estaba utilizando para esta labor. Las causas de cómo se produjo el accidente no fueron esclarecidas ya que no hubo testigos del hecho en sí, por lo que se barajaron una serie de conclusiones. En la jornada de ayer se llamó a declarar a policías que actuaron el día de los hechos, además de, entre otros, a inspectores de Trabajo que llevaron a cabo un informe sobre lo ocurrido.
Los propios compañeros de brigada del fallecido ya apuntaban a ‘El Faro’ nada más producirse los hechos, de que la causa de la muerte podía estar relacionada con un accidente y no por otro tipo de razones.
La causa que ha terminado con la celebración de la vista oral de este juicio ha sido calificada como una falta por imprudencia y no como un delito como sí se apreció al inicio del proceso que ha durado casi cinco años.
Muerte en el polígono
El fallecimiento de este integrante de las brigadas de Obimace tuvo lugar en el polígono del Tarajal durante el desarrollo de labores de limpieza en la zona. La muerte de este compañero fue muy sentida en la brigada, registrándose uno de los entierros más emotivos en Sidi Embarek. El informe de la Inspección de Trabajo concluyó que la muerte había sido accidental, no producto de una imprudencia que pudiera imputársele a terceras personas. Al final el caso ha quedado tipificado como una falta y ahora queda por conocer la sentencia.