Se han hecho tres camas con restos cogidos de los contenedores de basura. Han colgado la bandera de España en la pared, acumulado un par de sillas viejas, algunas mantas y espumillón de la Navidad pasada para colgarlo de adorno. Así viven dentro de un caseta prefabricada al lado del antiguo
hospital de la Cruz Roja de Ceuta un grupo de menores marroquíes. Dicen que no quieren vivir en el centro de Hadú, en el de
‘La Esperanza’, porque allí solo tenían problemas con otros internos aunque no especifican cuáles. Por eso, desde hace unas semanas, se han aprovechado del auténtico abandono que rodea toda esta zona para reconvertir en una especie de hogar estas instalaciones que, antiguamente, sirvieron para albergar la lotería de la entidad humanitaria.
Una silla pequeña de niño y un patinete de plástico de juguete forman parte de este mobiliario improvisado. Aseguran que la Policía ya sabe que se encuentran allí, pero insisten en que no molestan a nadie. Están durmiendo dentro para no tener que hacerlo en la calle, se evaden de la realidad con lo que consiguen pidiendo y lo que consumen. Un joven residente en la barriada del Sarchal a veces les lleva comida y así malviven. Con una gorra en sus cabezas y la ropa que les han dado se convierten en okupas de un lugar que han limpiado para convertirlo en su particular cabaña. Uno de estos menores, con apariencia de estar próximos a la mayoría de edad, recalca que lleva ya un tiempo en Ceuta pero que no puede estar por más tiempo en
Hadú. Desde luego que se conoce los nombres de los máximos responsables del área de Menores, de los que ninguna queja tienen, pero insisten en que ese es su lugar.
Al lado, en el antiguo hospital de la
Cruz Roja se acumula la basura y los restos de comida de quienes merodean por la zona o buscan colarse en su interior practicando butrones. Se colocan pequeñas tapias u obstáculos para que no accedan a las instalaciones que echaron el cierre en 2010, pero su efectividad es prácticamente nula.
A pesar de las denuncias ciudadanas y mediáticas sobre el estado de abandono del que fue centro sanitario de referencia en Ceuta, políticamente no se ha buscado una alternativa para dar uso a una infraestructura que se cae a pedazos, y a la que se le pudo dar un uso antes de que se produjera el desplazamiento de los trabajadores y materiales al actual de Loma Colmenar. Hoy no es el reflejo que fue además de no ofrecer una imagen adecuada a su paso.