Un nuevo accidente de tráfico en la avenida Reyes Católicos vuelve a despertar la intranquilidad y el malestar de los vecinos de esta zona por la falta de reductores de velocidad. En esta ocasión, un vehículo se empotró en la madrugada de este lunes contra otros dos coches, llegando a sacar a uno de estos del lugar donde estaba estacionado, todo ello a causa de la gran velocidad a la que circulaba, y dándose a la fuga.
Uno de los vehículos afectados acabó contra la fachada de un negocio, algo que en vez de ser extraordinario es la segunda vez que ocurre en esta avenida. “Ya se empotró otro coche contra la fachada de la farmacia”, cuenta un vecino quien asegura que estos accidentes son más frecuentes de lo que debería, así como las “carreritas” entre los vehículos en las madrugadas. En esta ocasión el negocio afectado sólo ha sufrido algunos rasguños en la fachada, pero temen que en uno de estos “va a pasar una desgracia”.
Relatan que este tipo de accidentes suelen ocurrir de madrugada, ya que estos conductores temerarios aprovechan las noches, cuando menos tráfico hay, para exceder los límites de velocidad y ‘competir’ con otros coches, aprovechando la pendiente de esta avenida, sin control ninguno, lo que ha derivado en estos accidentes que mantienen en vilo a los vecinos.
“Van disparados”, detalla este vecino que recuerda como hace dos años, y con miras a que este tipo de comportamientos no afectaran a la seguridad de la zona, solicitaron a la Ciudad que instalara reductores de velocidad en varios puntos de la avenida Reyes Católicos, para evitar con ellos que los vehículos excedieran los límites de velocidad.
De estas forma creen que se terminaría con el problema, ya que se evitarían estas “carreritas” que se celebran en las madrugadas y que termina en este tipo de accidentes. Además, otro problema que tiene es el ruido, puesto que las motos con el escape abierto también aprovechan esta vía para superar con creces los límites de velocidad.
“Como siempre, hasta que no pase una desgracia no los pondrán”, lamenta este vecino que ve como los esfuerzos que hizo en su día para recoger el apoyo de los vecinos ha servido para poco ya que, en lo que va de año, se han dado ya dos accidentes graves, de similares características al ocurrido en la madrugada del lunes.
Para estos vecinos “es primordial” que instalen estos reductores y acabar así con las malas prácticas de estos conductores temerarios que aprovechan la pendiente de la avenida y la escasa circulación de la noche para exceder los límites de velocidad.