A propósito de la conmemoración del Día Mundial contra el Uso Indebido y el
Tráfico Ilícito de Drogas, la
Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, a través de su
Plan sobre Drogas y otras Conductas Adictivas (PSDOCA), ha querido hacer un balance destacando en que 2022, la Unidad de Conductas Adictivas atendió a un total de 339 pacientes, 82 de ellos nuevos. Asimismo han recalcado su compromiso con esta fecha bajo el lema: ‘Las personas primero: basta de estigmatización y discriminación, reforcemos la prevención’. Han explicado que el objetivo de la campaña de este año “es concienciar sobre la importancia de tratar a las personas que consumen drogas con respeto y empatía; proporcionar prestación de servicios de atención y de base empírica para todos; ofrecer alternativas al castigo; dar prioridad a la prevención y liderar con compasión”. A esto se le suma que con la iniciativa buscan combatir “el estigma y la discriminación de los consumidores de drogas promoviendo un lenguaje y unas actitudes respetuosas y libres de prejuicios”. En lo que respecta a las línes de trabajo durante el pasado año, han señalado que el Área de Prevención de Adicciones del PSDOCA “puso énfasis en afrontar nuevos retos y en impulsar nuevas modalidades de intervención para que, de esta forma, se pudiera dar la oportunidad a los distintos ámbitos en los que se opera de adherirse a una alternativa formativa atractiva, accesible y vanguardista y que ha contado con una buena acogida en su primera edición”.
Incremento en la cifra de jóvenes que participan en programas formativos de prevención
Como resultado han destacado el incremento en la cifra de jóvenes que participan en
programas formativos de prevención en ESO, FP y en
centros universitarios. De 760 durante el 2021, aumentó a 1.860 en 2022. “La formación a familias se abrió en 2021 por primera vez a la modalidad online con una demanda de unos 200 padres inscritos. En 2022 se ha continuado con cursos presenciales que han alcanzado a más de cien familias”, han señalado. Por otra parte, haciendo referencia al retorno a la normalidad
tras la pandemia, han mencionado un punto de inflexión “con la puesta en marcha de un ambicioso proyecto telemático de formación online. En el último trimestre de 2022, 50 alumnos concluyeron con éxito los itinerarios formativos ofertados”. Otro de los logros que han querido destacar es que “se han ampliado los ámbitos de intervención. Como ejemplos, la impartición de ponencias en las XVII Jornadas de Salud Mental (ACEFEP) o la formación a más de 40 internos en colaboración con Instituciones Penitenciarias”. “Con la finalidad de frenar el consumo de alcohol en menores y en la línea de la Comisión creada en 2017, el PSDOCA lanzó una campaña publicitaria con 18 spots independientes en los que referentes clave de Ceuta lanzaron ‘píldoras’ informativas y de prevención”, han recordado. Asimismo, han mencionado la atención personalizada a jóvenes en espacios de ocio nocturno a través de la unidad RULE, que “se mantiene estable con respecto a ediciones anteriores, llegando a más de 3.000 intervenciones al año. Por primera vez, se impulsaron los Juegos Universitarios con la participación de más de 600 estudiantes”.
310 de los pacientes fueron hombres y 29 mujeres
Sobre el balance de la actividad de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) en 2022, han indicado que además de irse adaptando a los cambios de la sociedad y a la aparición de nuevas adicciones, “en 2022 se atendieron 339 pacientes, de los cuales 82 fueron nuevas incorporaciones”. En lo que respecta a la principal demanda del tratamiento, han dado a conocer que es por la adicción a la cocaína, “que supone un 32,1%, es decir, una tendencia ascendente observada con respecto a años anteriores”. A esta le siguen los opiáceos (23,5%) y el cannabis (21%), el alcohol (9,9%), benzodiacepinas (7,4%) y la adicción al juego (6,2%). “Si se atiende a la distribución por sexos, 310 de los pacientes fueron hombres y 29 mujeres. El porcentaje de féminas (8,5%) que ha demandado tratamiento ha aumentado ligeramente con respecto a 2021”, han agregado. Igualmente han querido destacar que “en cuanto a las acciones desarrolladas se encuentran la implementación del programa de colaboración con el centro penitenciario, que ha incluido novedades como la atención telemática desde las instalaciones de la UCA para que los usuarios pudieran acceder a los servicios. En total, el pasado año se atendieron 42 pacientes internos en IIPP, todos hombres”. La coordinación interinstitucional para facilitar la inserción sociolaboral también fue otro aspecto destacado. En este sentido, acotaron que “en 2022 se mantuvo el volumen de usuarios atendidos en esta área: de 65 usuarios en 2021 a 69 en 2022 (el 94% de ellos hombres y el 70% con una edad comprendida entre los 46-65 años)”. También se estructuraron los itinerarios del programa en cuatro bloques: formativo o prelaboral, laboral, motivacional y el de integración social y familiar. Sobre las certificaciones de profesionalidad, estas han crecido desde su incorporación como itinerario, “habiéndose ejecutado en 2022 la cuarta edición con 108 usuarios en seguimiento”.
La inserción laboral en 2022 llegó a 37 personas
“Otro dato es que el 94% de los usuarios en el Programa Activo de Inserción ha participado en al menos una acción formativa, alcanzándose casi el 50% de los familiares. Por último, la inserción laboral en 2022 llegó a 37 personas, que representan el 53,6% del total de usuarios en el programa”, han comentado. Para finalizar, en cuanto a las perspectivas de futuro, han indicado que esperan seguir contando con herramientas tecnológicas tan fundamentales como la adicciones.ceuta.es, el Plan sobre Drogas y otras Conductas Adictivas de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Entre sus próximos objetivos, destacan el “seguir apostando por la importancia de conocer el consumo en Ceuta; mantener y mejorar los recursos asistenciales; seguir incorporando el enfoque de género y los aspectos multiculturales; incorporar herramientas farmacológicas novedosas, apostar por estrategias preventivas; informar y concienciar a la población; promocionar el ocio y tiempo libre saludable; fomentar los programas de formación y empleo; favorecer la coordinación entre instituciones y, en definitiva, seguir mejorando los servicios de un plan que ya ha cumplido 35 años de actividad”.