El Gobierno de la Ciudad ha decidido prorrogar las restricciones hasta después del Puente de la Constitución e Inmaculada. Una prórroga entendible porque Ceuta va, poco a poco, mejorando la situación en cuanto a número de positivos pero continuamos en riesgo extremo. Sigue muriendo gente y seguimos en un pico de contagios nada acorde con lo que debería tener esta ciudad. Con el puente a la vuelta de la esquina, no se puede generar una situación de riesgo que haga empeorar esta situación, que nos haga caer en un repunte debido a una movilidad masiva. Y el precedente claro lo tenemos en la bochornosa imagen vista en el puente del Pilar. Así, será hasta el 10 de diciembre cuando continuarán las medidas de toque de queda, restricción en el número de personas que pueden estar en una reunión o traslado a la Península, amén de cumplimiento de aforo. Hay que poner todo de nuestra parte para conseguir mejoras, para conseguir que los niveles sean normales, para lograr que Ceuta vuelva a una situación aceptable. Las normas están bien, pero este Gobierno como autoridad debe controlar también que se cumpla el toque de queda porque todavía, sobre todo en fines de semana, las calles visualizan imágenes bochornosas que no deberían ser aceptadas ni un minuto más. Estamos jugando con nuestra salud. Algo que todavía algunos no entienden.