Parafraseando al homenajeado poeta levantino, los alumnos, profesores y personal no docente del centro educativo celebraron su particular Jornada del Día del Libro.
Por las calles voy dejando algo que voy recogiendo: pedazos de mi vida venidos desde muy lejos”. Estas frases de Miguel Hernández pueden representar a la perfección el espíritu con el que los alumnos, profesores y personal no docente del centro educativo que lleva el mismo nombre celebraron ayer los actos principales de la IV Jornada del del Día del Libro. Un homenaje a las letras que incluyó murales en los pasillos, poemas en las aulas, lecturas y talleres aderezados por un cóctel de sonrisas, alegría y recuerdos al desaparecido profesor Manuel Ferreiro. Un sentido homenaje al mundo de los textos que este año ha estado dedicado al poeta de Orihuela justo cuando se cumplen cien años desde su nacimiento.
Los responsables del centro otorgaron ayer también los premios de los concursos de poesía ilustrada (consistía en elegir cualquier poema de Miguel Hernández e ilustrarlo) y poesía inédita que habían organizado y en los que participaron alumnos tanto del propio centro como del ‘Vicente Aleixandre’ y el ‘Ortega y Gasset’. En total doce personas premiadas, seis en cada concurso.
En años anteriores esta jornada del Día del Libro estuvo dedicada al ‘Lazarillo de Tormes’ (año 2009), ‘El Cantar del Mio Cid’ (2008) y a la ‘Literatura sobre Ceuta’ (2007), como queda reflejado en los murales que hay en las paredes de los pasillos superiores del edificio. El resto del centro también está decorado con textos. En algunos casos son de los propios alumnos, en otros de Miguel Hernández y en otros simplemente se trata de una selección de poemas hecha bajo el lema ‘Libros a la calle’.
El climax de esta celebración del Día del Libro fue la lectura pública de una selección de poemas del propio Miguel Hernández que realizaron de forma voluntaria los alumnos del centro, personas que van desde los 16 hasta los 84 años y que intervienen en los distintos cursos de Secundaria y Alfabetización, así como en los talleres que organiza un centro educativo lleno de vida.
Cerrando el ciclo, el CEA Miguel Hernández está participando en una iniciativa llegada desde Orihuela, tierra natal del poeta, que está reuniendo un trozo de tierra de cada lugar en el que hay un colegio con el nombre del poeta para realizar un monumento.