Este celador sostiene que estas “carencias” dificultan el “bienestar de los usuarios”.
Juan de Dios García Postigo, celador en la sanidad ceutí desde hace 20 años y en calidad de paciente del Hospital Universitario, formuló ayer una batería de críticas dirigidas a la Dirección Territorial del Ingesa sobre las “deficiencias” que, denuncia de forma pública, existen en las nuevas instalaciones y dificultan el “bienestar de los usuarios”.
En su faceta como empleado del Servicio de Urgencias, García Postigo lamentó que la “lluvia se cuele” por la cubierta metálica protectora a la entrada de estas dependencias. Este celador, en la actualidad ingresado en el clínico, asegura que el habitáculo debe estar localizado en un punto que permita visionar la llegada del paciente para agilizar su intervención. La intimidad también está vulnerada en Urgencias, añade este trabajador, quien se queja de la ausencia de cortinas que separen a unos usuarios de otros.
Este celador destaca que la presencia de un vigilante de seguridad en el interior del Servicio, en el cual desarrolla su labora profesional, no garantiza la seguridad en el exterior de estas dependencias. La distancia entre Urgencias y Rayos constituye otro déficit apuntado por García Postigo.
En cuanto a las habitaciones, este empleado del Ingesa asegura que las duchas carecen de un plato; faltan toalleros; las puertas de los servicios carecen de pestillo; la ventilación en los baños es insuficiente; los tiradores de los armarios dificultan su apertura; la ubicación del dispensador de gel frente a las camas provoca incomodidades y de los dos televisores iniciales por habitación, sólo ha quedado uno en un lateral, concluyó.