Y aquella ‘María’ de Ricky Martín continuaba con el ‘un, dos, tres... un pasito p’atrás’. Fijo que al alcalde Vivas le gustaba esta canción y, de no ser así, tuvo que ser una de las pesadillas del verano que tanto interiorizó que le ha llevado a aplicar en política lo que decía la melodía. Ayer tocaba el pasito p’atrás. 24 horas después de, como torero en plaza, anunciar que se ordenaría el cierre de la actividad no esencial a las 18:00 horas, se enviaba un mini-comunicado oficial para decir que en vez de a las seis sería a las ocho, recogiendo la petición de los empresarios y la inquietud de algún partido político.
Lo que me sorprende de todo esto es la excusa que se da, la justificación para cambiar de hora. Yo entendía que aquí las decisiones se tomaban por la salud, por nada más. Es decir, que los expertos que asesoran al alcalde y demás integrantes del Gobierno habían aconsejado cerrar a las seis para que Ceuta volviera a ser una ciudad medianamente normal, bajar sus contagios y, como consecuencia, reducir las muertes. Yo entendía que antes de cualquier otro fin, de cualquier otra justificación, aquí lo que primaba era salvar vidas, dejar de habilitar tumbas en los cementerios y dejar de vivir esta pesadilla que se está llevando a tantos hombres y mujeres por el virus. Algo más de 40, oficialmente. Los datos oficiosos nunca los sabremos.
El Gobierno ha estado sacando músculo estos días anunciando que se pondrían en marcha programas para ayudar a los empresarios obligados al cierre, para minimizar el impacto económico durante el periodo de aplicación de las restricciones. El discurso parecía ser medianamente coherente: te obligan a cerrar, te fastidian el negocio... qué menos que te apoyen. ¿Pero ahora? Es difícil explicar a la ciudadanía qué ha motivado su cambio de criterio, de las 18:00 a las 20:00... cuando dos horas más tarde ya se implanta el toque de queda. ¿Alguien lo entiende? Nos cuenta el alcalde y su equipo que recogen el parecer de los grupos políticos y las peticiones de los empresarios... Oiga usted ¿y el resto de ciudadanos qué somos?, ¿se ha parado a pensar que en tiempos de tanta incertidumbre no se puede estar ni con cambios de criterios, ni buscando quedar bien con el personal, ni mareando la perdiz de esta manera?
Aquí lo único que debe primar ante todo es mantener vidas, porque si no las mantenemos y seguimos contagiándonos nos vamos todos a la mierda. Y entonces ya no hará falta quedar bien con los empresarios ni con los partidos porque no seremos capaces ni de salir adelante como sociedad. Yo entiendo que al alcalde le gusta quedar bien con todos, inclueo entiendo que nos monten las ruedas de prensa para ponernos caras de plañideras mientras luego tiene a alguno de sus más cercanos dando la manita por la calle y abrazando al que se encarte.
Pues mire, aquí tiene a mucha gente con los mismos derechos que el resto y lo que menos nos importa es quedar bien. Solo exigimos una línea clara, firme y sin cambios. Tampoco es tan difícil cuando se trata de vivir, ¿no cree?
Da igual. No hay criterio en los que mandan y si actúan así los que mandan, la ciudadanía no sabe que hacer. Solo esperar la vacuna y mientras tanto no contagiarse.
Desgraciadamente tenemos el peor equipo de gobierno de estos últimos veinte años, Juan vivas nunca fue un político, es un burócrata con mentalidad de funcionario que la baraka y el poco sentido del electorado le llevan manteniendo en el poder, en ceuta hemos tocado fondo en el amplio sentido de la palabra, aquí no se gobierna, no hay proyectos, Juan vías IMPROVISA, no tiene ningún experto, ni consulta a nadie, el sólo le basta y los que lo conocemos sabemos muy bien de que hablamos, los que le rodean, asesores, directores, etc, etc, sólo saben pronunciar una sola frase, Juan eres el Mejor, y el vivas se lo cree y lleva así vente años, veinte años perdidos, ahora con la pandemia más de lo mismo, dando palos de ciego y como dice Carmen, a lo único que se parece este Gobierno es a la canción del puertorriqueño