El hombre, de nacionalidad marroquí, portaba en el interior de su cuerpo casi 1,5 kilos de hachís.
Un ciudadano marroquí, de iniciales A.A., se confesó ayer culpable de un delito contra la salud pública por el que fue condenado a un año, un mes y un día de prisión, pero no pisará la cárcel. La condena fue suspendida al carecer el acusado de antecedentes penales, por tanto, al cumplirse los requisitos legales se libra de ingresar en prisión. No obstante, la juez de lo Penal 1 de nuestra ciudad le impuso la prohibición de acudir y residir en Ceuta durante un periodo de tres años, tiempo en el que tampoco podrá cometer ningún delito, pues, de lo contrario, sí cumplirá en prisión la condena antes citada.
El acusado acreditó que tiene arraigo en la península, de ahí que únicamente se le prohibiera volver a Ceuta. Además, fue condenado a una multa de 2.130 euros, equivalente al valor de la droga intervenida.
Los hechos ocurrieron el pasado 20 de mayo en el puerto de nuestra ciudad. El acusado conducía su vehículo con la intención de embarcar, pero los agentes le interceptaron. En el interior de su organismo portaba algo menos de un kilo y medio de hachís.
Por otra parte, una pareja aceptó ayer igualmente por conformidad una pena de multa de 180 euros por un delito de usurpación. Vivieron de ‘okupas’ en una vivienda ubicada en la calle Castillo Hidalgo, durante el pasado año, cuando ambos fueron sorprendidos por el propietario del inmueble. Además, la juez determinó que el pago de la multa se pudiera realizar en seis plazos de 30 euros mensuales.