Hoy, 1 de septiembre de 2014, hace un año que nos dejó tristemente Alfonso Lozano, entrenador del Club Los Delfines de Ceuta y hombre muy vinculado al deporte en distintas facetas (atletismo, halterofilia, ciclismo, etcétera). El que escribe estas líneas, subinspector de la Policía Local en al actualidad, le estará agradecido eternamente a Alfonso la dedicación que tuvo con él durante el tiempo que duró su preparación para ingresar en el Cuerpo de la Policía Local de Ceuta. Después surgió una amistad que perduraría para siempre.
Parece que le estoy viendo por las inmediaciones del Club Los Delfines con zapatillas de deporte, pantalones de chándal remangados y su célebre silbato tocándolo de manera progresiva cuando hacíamos series para insuflarnos ánimo en los últimos metros. Eran entrenamientos duros (circuitos, carreras largas como vueltas al Monte Hacho, Benzú, frontera; series de velocidad, series para media distancia, circuito Oregón)... Acabábamos reventados, pero con la esperanza e ilusionados de que nos iba a ayudar para cumplir nuestro sueño de entrar en el Cuerpo correspondiente.
En la actualidad, hay decenas de policías locales, policías nacionales, guardias civiles, bomberos y de otras actividades que hemos pasado por sus manos y que seguro muestran el agradecimiento que yo estoy trasmitiendo. También recuerdo con nostalgia todas las mañanas cómo montaba su bicicleta de carrera, circulando todos los días por cualquier rincón de esta ciudad.
Alfonso, aunque te hayas ido te seguimos recordando y sabemos que ahí arriba estás impartiendo cátedra deportiva a los ángeles. Seguro que los tienes locos de tanto correr.
Te echamos de menos. Cuídate, amigo.