La Unidad Militar de Emergencia (UME) se encuentra estos días en Ceuta para realizar una serie de instrucciones sobre cómo actuar en caso de que una emergencia real sucediera en la ciudad.
Para ello, desde este martes y hasta el viernes, podrán en práctica diferentes ejercicios simulando que ha ocurrido un seísmo y todo lo que pudiera traer consigo, como el rescate de personas, apuntalamiento de bienes de interés cultural o búsqueda subacuática.
Simulacro en el pantano del Renegado
Este martes, la jornada ha tenido como epicentro el pantano del Renegado. Allí han puesto en práctica una búsqueda en grandes áreas y una búsqueda subacuática con los perros de rescate.
Concretamente, según ha detallado el cabo primero Antonio Diosdado, portavoz de la UME, “estamos simulando que no se puede entrar al embalse por ninguna de las zonas digamos peatonales. Entonces, vamos a descender mediante cuerdas, tanto la barca de rescate como los rescatadores y el perro, y se va a proceder a esa búsqueda de ese cuerpo que, creemos, se encuentra sumergido tras haber desaparecido tras el seísmo”.
También pusieron en práctica la búsqueda con drones y una evacuación con el equipo sanitario. Es decir, “todo lo que más o menos en situaciones semejantes podría suceder y para lo que tenemos que estar preparados, evidentemente”.
Un gran despliegue de equipos
Para llevar a cabo este simulacro se han desplegado a Ceuta entre 150 o 160 militares de la UME pertenecientes al 2º Batallón de Intervención en Emergencias de Morón de la Frontera; así como al Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias y al Batallón de Transmisiones.
Este último es el que ha llegado con los drones utilizados para la instrucción, mientras que el Regimiento de Apoyo e Intervención en Emergencias “trae, por ejemplo, un equipo que va a realizar un supuesto de vertidos contaminantes en las aguas del puerto, entre la playa y el puerto de aquí de Ceuta, en colaboración con la Autoridad Portuaria, que va a ser otro de los ejercicios que llevamos a cabo”.
No se asuste, es un simulacro
Esto hará que durante los próximos días haya un gran despliegue de medios, personal y vehículos militares por toda la ciudad, por lo que desde la UME avisan a los vecinos de que “esto es un simulacro”.
“No pasa nada, gracias a Dios. Estaremos aquí hasta el viernes practicando y poniendo en común todos los procedimientos con todos los actores del Plan Territorial de Protección Civil de Ceuta y con la Comandancia General para que todos sepamos cuál es la respuesta que tendría que dar cada uno ante una emergencia de este tipo”.
Formación continua
Estos ejercicios en Ceuta se suman a otros que realizan a lo largo de todo el año por Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla, ya que, el objetivo es “instruirnos y, además, instruirnos en los sitios donde tendríamos responsabilidad de actuar en caso de que sucediese algo”, expresa Diosdado.
Para ello, “intentamos buscar sitios lo más realistas posibles, que se pudieran asemejar a una situación que sucediera en la realidad, y contra la que tengamos que actuar. En Andalucía buscamos unas localizaciones que nos permitan hacerlo lo más realista posible y, después, tanto en Canarias como en Ceuta y Melilla, que, digamos, es toda la zona de responsabilidad, en principio, del 2º batallón de la UME, aunque después todos podemos actuar en cualquier zona de España, como pasó, por ejemplo, en la DANA”.
La realidad supera cualquier simulacro
Aunque los integrantes de la UME están preparados para actuar ante cualquier emergencia, “siempre la realidad te acaba dando en la cara”. Por eso, es importante “estar preparado”, porque “no hay mayor enemigo para una emergencia que la improvisación”, añade el cabo primero Antonio Diosdado.
Con esa mira, “tenemos que estar siempre adiestrándonos en todos los supuestos posibles e ir a todos las localizaciones que creemos que puede suceder algo y practicar allí todas las emergencias”.
Así, “cuantos más simulacros hagamos y más entrenamiento tengamos mientras no estemos en emergencias reales, mejor responderemos después”, añade.
Las situaciones más complicadas

Al preguntarle por las situaciones más complicadas a las que han tenido que hacer frente, Diosdado lamenta que, “desgraciadamente, últimamente muchas”.
Entre ellas recuerda la pandemia por el Covid-19, “que al principio no sabíamos muy bien a qué nos enfrentábamos; pasando por el volcán de La Palma; o los terremotos en los que hemos estado en México en 2017 y en Turquía en 2023”.
Sobre este último, recuerda que, “gracias a Dios, conseguimos rescatar a una familia con vida”, lo que les infunde una gran satisfacción en su trabajo.
También han formado parte de los equipos de trabajo de la DANA en Valencia y en numerosos incendios este verano.
“Todas son complicadas, todas te exigen de una forma o de otra. Y, claro, cuando más sufre uno o cuando más le afecta una emergencia, es cuanto más afecta a la población civil. No es lo mismo un incendio forestal que esté en monte que un incendio forestal que se esté acercando a una población. Todo lo que afecta a la población civil y produce pérdidas humanas es lo que más trabajo cuesta”, manifiesta el cabo.





